lunes, 15 de agosto de 2016

Bahienses, a las cosas. Parte III

Somos una Ciudad - Puerto

Mucho es lo que, me parece, ha podido concretarse en el ámbito del puerto de Bahía Blanca en los últimos años, pero han quedado ideas y proyectos pendientes. Y la posibilidad de llevarlos adelante es perfectamente alcanzable, y sigue habiendo equipo para lograrlo.


Frente Costero y Paseo del Humedal

Se ha dicho en los últimos tiempos que el Frente Costero es una obra inconclusa y se reprocha tal situación. La realidad es que la provincia financió la primera de tres etapas y el municipio limpió el viejo basural a cielo abierto “Belisario Roldán”. Dicho entre paréntesis, qué suerte la de este brillante político y periodista argentino y cordobés, autor de la famosa pieza oratoria “Padre nuestro que estás en el bronce” cuando se inauguró el monumento a San Martín en Boulogne Sur-Mer, para que en Bahía le hayan puesto su nombre a un basural.

Se trata de recuperar al uso público un área estratégica de contacto con la ría (estuario de planicies costeras en términos correctos), precisamente accediendo a través de lo que fue aquel lugar de destino de nuestra basura.

Paseo peatonal
El Paseo del Humedal conforma un proyecto de entregar una costanera pública a la ciudad, culminando con la observación del estuario. Como una avanzada, tal como lo hizo el balneario Maldonado hace un siglo, se dispondría de una costanera de 1.800 metros bordeando la marisma hasta un paseo bulevar en la zona de plea y bajamar, con dos niveles de rambla. Finalmente en su extremo de contacto con la ría, una gran bahía mirador y un malecón de resguardo para propiciar una marina para actividades náuticas.

Vista del Paseo, malecón, laguna y marina
Precisamente, en su momento me tocó sugerir que la laguna que está allí formada, conectada con el canal y debidamente dragado ese ingreso para la renovación de las aguas y el movimiento de embarcaciones, eran una oportunidad muy buena para la creación de una marina deportiva y el traslado del Club Náutico que hace tiempo quedó en un lugar inadecuado frente al movimiento portuario.


Está claro que las dos etapas restantes debieran concretarse con la suma de los esfuerzos públicos provinciales y municipales y la colaboración del Consorcio de Gestión del Puerto y privados interesados en instalar allí emprendimientos de carácter turístico y gastronómico.

El Castillo

Un mirador en la terraza sería extraordinario
La ex Usina General San Martín, situada en Ing. White, conocida popularmente como “el Castillo” por sus torres almenadas, tiene el estatus legal de monumento histórico nacional desde el año 2002, merced a la Ley Nº 25.580. Este edificio, emplazado en terrenos ganados al mar, fue diseñado por el Arquitecto Molinari y su construcción, a cargo de Geopé, finalizó en 1932. Se encuentra desde hace mucho tiempo desafectado de su uso originario; y sin posibilidad de ser visitado o de disponer de sus espacios para nuevos usos en virtud del deterioro de su fachada, accesos, ventilaciones e interiores.

Por tratarse de un monumento histórico nacional, debiera preverse la solicitud de financiamiento ante el gobierno nacional de las obras de restauro y puesta en valor del edificio y de su entorno inmediato.
Se proyectó trabajar por módulos de restauración, dado que el edificio se encuentra dividido en cuatro grandes cuerpos: el de las oficinas administrativas y controles generales, el de la nave central de turbinas y generadores, el de las calderas y los condensadores, y el de la torre, sector de ingreso y conector entre niveles.

Siempre se ha dicho que los aspectos más complejos, y más onerosos, son la limpieza de la contaminación por asbesto y el retiro de los transformadores ubicados frente a la fachada. Por eso aquí también se requiere el concurso de la ayuda nacional y municipal y el apoyo del Consorcio de Gestión. A pesar de estar bajo jurisdicción municipal, en mis tiempos de gestión en el puerto siempre me manifesté colaborativo para esta restauración en la medida en que el municipio tomara la iniciativa.

Puesto en valor, la terraza del Castillo sería el más maravilloso mirador hacia el estuario con que podría contar la ciudad. En nuestro Programa Ciudad-Puerto estaba contemplado.

Calle Guillermo Torres

Antes y posible después de calle Guillermo Torres
Esta obra felizmente se está realizando en estos momentos. Fue planeada en el marco del Plan Director para la localidad de Ingeniero White. Se trataba de la promoción de acciones que vuelvan a generar una intensa actividad de usos gastronómicos y comerciales con una nueva fisonomía.

Y deberían ser ampliadas con la constitución del Parque Lineal Guillermo Torres, completando la secuencia de parques que se iniciaría en el Valle del Napostá en el alto y, vinculados a la traza ferroviaria, culminaría su desarrollo en Ingeniero White.

Posible vista del parque lineal Guillermo Torrres
Sería un área parque de 10 hectáreas, con desarrollo de actividades locales, espectáculos y recreación, empapadas de la tradición de un lugar de la ciudad en contacto con la identidad portuaria.


Interior portuario
Aquí hay dos propuestas interesantes, de aplicación alternativa según mejor convenga a los intereses portuarios.

Desde el punto de vista de la infraestructura portuaria recreativa, iniciadas con el Balcón al Mar y el Paseo Portuario, y con respecto a este último, debiera completarse la tarea de trasladar el “cementerio” de lanchas de pescadores, que interrumpe la continuidad del paseo, dando otro espacio adecuado a sus propietarios, y permitir la extensión a lo largo de todo el muelle Ministro Carranza de este paseo, acercándose al Balcón, a pesar de la insalvable interrupción que genera las instalaciones de la empresa Cargill.

Con respecto a instalaciones fijas a recuperar se encuentran los tres tradicionales y enormes galpones linderos a la plazoleta portuaria, hoy con muy bajo uso, y la recuperación y puesta en valor del ex frigorífico 3 Ases, destruido parcialmente hace mucho tiempo por un incendio.

A la derecha, los galpones linderos a la plazoleta portuaria

En su momento imaginé la instalación en esos galpones de un Centro de Convenciones para toda la ciudad (que no tiene), con gran capacidad de albergar personas, creando varios salones divididos por esos clásicos paneles corredizos, que permiten adecuar la necesidad a la envergadura de los eventos. La inversión era accesible y el Consorcio de Gestión podría contar con diversos aportantes para financiarla.

Pero también sucede que estos galpones, junto al edificio puesto en valor del ex frigorífico, también podrían ser muy aptos para la instalación de recintos cerrados bajo el régimen de una sub zona franca portuaria. Este es un proyecto de máximo valor agregado para el puerto y para la Zona Franca Bahía Blanca – Coronel Rosales, adicionando a esta subzona, como recintos a cielo abierto, las 8,8 hectáreas libres que se encuentran en el extremo de Cangrejales.

Habrá que resolver cuál resulta más oportuno, pero de lo que no tengo dudas es que hay que hacerlos.

Conclusión

Y esto es todo, por ahora. Dejo aquí un conjunto de propuestas, susceptibles de ser discutidas, criticadas, mejoradas o cambiadas por mejores. Y en el marco de lo que todos deberíamos hacer, sin mezquindades y egoísmos, y sólo pensando en
lo mejor para Bahía Blanca y su Puerto.

Pero me reitero respecto del principio, volviendo a parafrasear a Ortega y Gasset: Bahienses, a las cosas!









2 comentarios:

  1. Los bahiénses , tendríamos que tener muchos Hugo Borelli.

    www.bblancaylaregion.blogspot.com.ar

    ResponderEliminar
  2. POR FIN UN PROYECTO PARA EL FRENTE COSTERO, Y PARA LA CIDADANIA DE BAHIA BLANCA, GRACIAS HUGO POR DAR ESTA INFORMACION, PARA MI NUEVA, BUENO AHORA MUCHACHOS DEL POLO PETROQUIMICO, A PONER LOS DINEROS NECESARIOS PARA REALIZAR LA OABRA QUE BAHIA BLANCA Y LOS CIUDADANOS DE LA ZONA ALEDAÑA SE LO MERCEN CON CRECES,GRACIAS, HECTOR ALEJANDRO COMIGNANI

    ResponderEliminar