La posible distorsión de
los reembolsos en los puertos
Por
qué se me habrá ocurrido hablar de limones? Bueno, no es casualidad. Me
gustaría intentar demostrar cómo un estímulo artificial como los reembolsos
patagónicos podrían distorsionar las decisiones
de quienes se dedican a este producto “estrella” de la Argentina. Y de
paso, aprendemos algo de limones, una producción regional que está muy lejos de
nuestra zona.
Y
se me ocurrieron los limones porque, justamente, algunos memoriosos me cuentan
que, durante la vigencia anterior de los reembolsos, se llegó a transportar
limones desde Tucumán o Salta hasta un puerto sureño, en lugar de elegir la
salida portuaria más cercana a esas provincias, simplemente porque sacar la
exportación por un puerto del sur resultaba más rentable. No menos de 1.000 km
más de transporte (por ej.: Buenos Aires-Comodoro) e igual convenía.
Precisamente,
estas decisiones y resultados no deseados son los que inspiran la prohibición
constitucional de otorgar ventajas a puertos sobre otros puertos en toda la
Argentina. Además de la elemental cuestión de equidad en las reglas de juego.
Potencia mundial
La
producción total de cítricos de Argentina es de unas 2.600.000 toneladas, de
las cuales el 60% correspondería a limones. Argentina
es el principal productor mundial de limones frescos, con un volumen de casi
1,5 millón de toneladas por año, de las cuales aproximadamente el 80% provienen
de Tucumán.
El
año pasado, el 95% de los limones cosechados tuvo como destino la exportación
por un valor de 600 millones de dólares, con una industrialización del 70%;
cuyos principales productos correspondían al jugo, aceite y ralladura disecada
y 30% a mercancía sin procesar, mientras que el 5% restante de la producción se
destinó al mercado interno (40.000 toneladas).
A
su vez, existen doce industrias procesadoras (el clúster más grande del mundo)
y unas 35 a 40 empacadoras, de las cuales su plantilla está compuesta en su
mayoría por mujeres.
Dicen
que, a diferencia de la gran mayoría de las economías regionales, la actividad limonera es "rentable en
Argentina".
Sus
costos de producción son cubiertos por el
precio de compra al productor, que es de 2 dólares por maleta (20 kilos).
Sin
embargo, un dirigente citrícola entrerriano explicó que “el costo de producción
de citrus es de 2.500 dólares por hectárea y a eso no le estoy sumando las
nuevas tarifas ni la paritaria, que todavía no cerró. El productor tendría que estar recibiendo ocho pesos por kilo, pero
estamos recibiendo 2, mientras que en Buenos Aires el kilo al consumidor
llega a los 40 pesos".
Según
un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad
Católica Argentina (UCA) el precio internacional FOB para nuestros limones
argentinos, comercializados como fruta fresca, está entre los 700 y 800 dólares
la tonelada. El precio del jugo concentrado de limón está entre 3.300 y 3.500
dólares la Tn (se necesitan 17 kg de limón fresco para 1 kg de jugo
concentrado). A simple vista, pareciera que conviene el limón como fruta
fresca, pero el destino de la producción depende de la preferencia de nuestros
demandantes extranjeros (por ej.: Japón nos compra jugo concentrado).
Por qué los reembolsos
podrían distorsionar las decisiones
Una
logística racional indicaría que los limones tucumanos o salteños podrían salir
al mercado mundial por el puerto de Rosario, o de San pedro, o de Buenos Aires.
Un camión, con 30 Tn de carga, desde Tucumán hasta Buenos Aires, cuesta
alrededor de $ 24.000 (unos U$S 1.600). Un transporte directo a Comodoro
Rivadavia, o San Antonio Este, o a Puerto Madryn, en un flete negociado, podría
costar unos U$S 1.000 dólares más.
Con
estos datos, entonces, hagamos algunas cuentas:
Los
reembolsos en Comodoro Rivadavia son del 9%. Ese camión de 30 Tn exportado
obtendría un valor de venta al exterior de unos U$S 24.000, saliendo la
mercadería del puerto más lógico, por distancia, tarifa portuaria y servicio.
Ahora, si lo exporta por Comodoro, obtiene un 9% de reembolso que equivale a
unos U$S 2.200. Y el flete diferencial fue de unos U$S 1.000. La ventaja es
evidente y esto es para un solo camión.
Tengamos
en cuenta también, como costo ambiental intrínseco, que ese camión en lugar de
transitar 950 km desde Tucumán hasta Rosario, o 1.200 hasta Buenos Aires,
viajaría unos 2.300 km hasta Comodoro.
También
consideremos que, cuando se analiza el negocio global, con más de 200.000 Tn de
limones exportados como fruta fresca por la Argentina y unas 55.000 Tn de jugo
concentrado, los números son otros y, por supuesto, mucho más grandes. Hoy
estamos ante la posibilidad concreta de recuperar el mercado exportador hacia
los E.E.U.U., que habíamos perdido.
La vigilia
Digo
todo esto con beneficio de inventario porque el Gobierno ha dado señales sobre
que, en caso de mantener estos reembolsos patagónicos, serían sólo sobre
productos que tengan origen en la región. De todos modos, aun así, sostenemos
que los estímulos deberían ir a los
productores y no a los exportadores en los puertos.
Porque
tampoco perdamos de vista, según los números de más arriba, los productores
reciben unos U$S 130 la tonelada (entre $ 1,50 a 2,00 por kilo), la que luego
se vende al mundo entre 700 a 800. Participación del productor en el precio
final: alrededor del 16%. De paso también digamos que, cuando el kg de limón se
vende en el mercado interno, la participación del productor baja a alrededor
del 5%.
Sigo
esperando, y deseando, decisiones sabias en este asunto. En el peor de los
casos, habré aprendido algo sobre limones.
Por
el Cr. Hugo Antonio Borelli
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