miércoles, 14 de septiembre de 2016

Divulgación. Hoy: ¿Sabía Usted Qué Significa…? 3

Meterse en camisa de once varas

Cuando en estos días preparaba la nota “A las indagatorias les falta algo” tuve el impulso de hacer un comentario que, en ese momento, decidí reprimirlo.

Les recuerdo que, cuando resumí en qué consiste una indagatoria, decía que una vez terminada la audiencia el juez de la causa cuenta con 10 días hábiles para resolver la situación procesal del imputado, esto es, el procesamiento, el sobreseimiento o la falta de mérito. El procesamiento implica que la persona será sometida a juicio; el sobreseimiento implica que no existen elementos para relacionar a la persona con el caso; y la falta de mérito implica que no se puede decidir aún el procesamiento o el sobreseimiento y que el fiscal debe seguir investigando hasta poderlo definir.

Lo que me vino a la mente en ese momento (y que decidí no escribir, aunque ahora sí lo hago) es que la “falta de mérito”, más allá que tiene su lógica y que, por supuesto, puede darse que el juez sienta que aún le faltan elementos para tomar una decisión, también puede permitir la posibilidad que una investigación se "estire" indefinidamente, corriéndose el riesgo, inclusive, de que prescriba. Para muestra, hay unas cuantas.

Pero en el momento que escribía la nota citada, me surgió espontáneamente en la mente la expresión: “¿para qué me voy a meter en camisa de once varas?”. E inmediatamente me dije: ¿de dónde sale esta expresión que he dicho o pensado tantas veces y no conozco su origen? Y de inmediato fui a buscar la respuesta.

Para los que, como yo, no lo sabían, comparto el origen de esta expresión tan común:

El dicho meterse en camisa de once varas es una expresión coloquial para señalar la poca conveniencia de complicarse la vida innecesariamente.
Su origen se sitúa en la Edad Media, en la ceremonia de adopción de un niño, buscando simbolizar los problemas que ésta conlleva por decisión propia. El padre debía meter al niño por la manga de una camisa grande hecha para la ocasión. Luego lo sacaba por la cabeza o el cuello de la prenda y el padre le daba un fuerte beso en la frente como prueba de la aceptación de la paternidad. En algunas regiones de Europa la ceremonia continúa vigente, pero con la madre, con el objeto de simular el parto.
Cuando se adoptaba a jóvenes o adultos, a veces la ceremonia no salía del todo bien. Al adoptar a un hijo, quien iba a ser el padre adoptivo, muchas veces un eclesiástico que deseaba un sucesor, lo metía por la manga de una camisa muy amplia -de ahí la exagerada medida de once varas- y lo sacaba por la cabeza, queriendo simbolizar, con este recorrido, un segundo parto.
Esta ceremonia, documentada en varios países de Europa, habría dado también origen a refranes y frases, hoy en desuso, como “Éntrale por la manga y sácale por el cabezón”, “Metedlo por la bocamanga y salirse os ha por el seno (por el cabezal)”.
En algunas zonas, el padre o la madre adoptivos metían al niño bajo su manto o sus vestiduras en señal de protección. Estas costumbres, u otras muy similares, se mantienen actualmente en algunos pueblos eslavos del sur (búlgaros y bosnios) y entre los turcos.
La expresión, con el mismo significado, existe actualmente en portugués.
El dicho refleja una exageración en las dimensiones de la camisa, la cual jamás podía medir once varas, ya que una vara son treinta y tres pulgadas, lo que equivale a unos ochenta y cuatro 84 centímetros. Así, la camisa mediría 363 pulgadas o bien 9,24 metros.
Actualmente el significado más común es "Meterse una persona en asuntos o problemas que no conoce, que no le competen o que no reportan ningún beneficio".

Bueno, parece que esto es lo que me pasó a mí con la nota mencionada.

Como nobleza obliga debo decir, y no tengo ningún problema en reconocerlo, que algunos mensajes de abogados recibí. No hay problema. Como bien aclaré en la nota, mi intención no fue, en modo alguno, incursionar en sus incumbencias profesionales. Sólo intenté expresar un deseo o sugerencia desde la posición de un ciudadano lego. Los procesos o la promoción del cambio de las leyes corren por cuenta de ellos.

De todos modos habrá servido, más allá de lo que dicen estas leyes y la técnica jurídica, si algunos de ustedes concuerdan con lo que fue el motivo de la misma: sugerir que sería muy interesante que, en los llamados a indagatoria, los imputados tengan que comparecer cara a cara frente a los jueces.

Usted decide, con su palabra o con su pensamiento. Y así valdrá la pena que me haya “metido en camisa de once varas”.








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