lunes, 1 de agosto de 2016

Limones. La vedette de la Argentina

La posible distorsión de los reembolsos en los puertos

Por qué se me habrá ocurrido hablar de limones? Bueno, no es casualidad. Me gustaría intentar demostrar cómo un estímulo artificial como los reembolsos patagónicos podrían distorsionar las decisiones  de quienes se dedican a este producto “estrella” de la Argentina. Y de paso, aprendemos algo de limones, una producción regional que está muy lejos de nuestra zona.

Y se me ocurrieron los limones porque, justamente, algunos memoriosos me cuentan que, durante la vigencia anterior de los reembolsos, se llegó a transportar limones desde Tucumán o Salta hasta un puerto sureño, en lugar de elegir la salida portuaria más cercana a esas provincias, simplemente porque sacar la exportación por un puerto del sur resultaba más rentable. No menos de 1.000 km más de transporte (por ej.: Buenos Aires-Comodoro) e igual convenía.

Precisamente, estas decisiones y resultados no deseados son los que inspiran la prohibición constitucional de otorgar ventajas a puertos sobre otros puertos en toda la Argentina. Además de la elemental cuestión de equidad en las reglas de juego.

Potencia mundial

La producción total de cítricos de Argentina es de unas 2.600.000 toneladas, de las cuales el 60% correspondería a limones. Argentina es el principal productor mundial de limones frescos, con un volumen de casi 1,5 millón de toneladas por año, de las cuales aproximadamente el 80% provienen de Tucumán.

El año pasado, el 95% de los limones cosechados tuvo como destino la exportación por un valor de 600 millones de dólares, con una industrialización del 70%; cuyos principales productos correspondían al jugo, aceite y ralladura disecada y 30% a mercancía sin procesar, mientras que el 5% restante de la producción se destinó al mercado interno (40.000 toneladas).

A su vez, existen doce industrias procesadoras (el clúster más grande del mundo) y unas 35 a 40 empacadoras, de las cuales su plantilla está compuesta en su mayoría por mujeres.

Dicen que, a diferencia de la gran mayoría de las economías regionales, la actividad limonera es "rentable en Argentina".

Sus costos de producción son cubiertos por el precio de compra al productor, que es de 2 dólares por maleta (20 kilos).

Sin embargo, un dirigente citrícola entrerriano explicó que “el costo de producción de citrus es de 2.500 dólares por hectárea y a eso no le estoy sumando las nuevas tarifas ni la paritaria, que todavía no cerró. El productor tendría que estar recibiendo ocho pesos por kilo, pero estamos recibiendo 2, mientras que en Buenos Aires el kilo al consumidor llega a los 40 pesos".

Según un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Católica Argentina (UCA) el precio internacional FOB para nuestros limones argentinos, comercializados como fruta fresca, está entre los 700 y 800 dólares la tonelada. El precio del jugo concentrado de limón está entre 3.300 y 3.500 dólares la Tn (se necesitan 17 kg de limón fresco para 1 kg de jugo concentrado). A simple vista, pareciera que conviene el limón como fruta fresca, pero el destino de la producción depende de la preferencia de nuestros demandantes extranjeros (por ej.: Japón nos compra jugo concentrado).

Por qué los reembolsos podrían distorsionar las decisiones

Una logística racional indicaría que los limones tucumanos o salteños podrían salir al mercado mundial por el puerto de Rosario, o de San pedro, o de Buenos Aires. Un camión, con 30 Tn de carga, desde Tucumán hasta Buenos Aires, cuesta alrededor de $ 24.000 (unos U$S 1.600). Un transporte directo a Comodoro Rivadavia, o San Antonio Este, o a Puerto Madryn, en un flete negociado, podría costar unos U$S 1.000 dólares más.

Con estos datos, entonces, hagamos algunas cuentas:

Los reembolsos en Comodoro Rivadavia son del 9%. Ese camión de 30 Tn exportado obtendría un valor de venta al exterior de unos U$S 24.000, saliendo la mercadería del puerto más lógico, por distancia, tarifa portuaria y servicio. Ahora, si lo exporta por Comodoro, obtiene un 9% de reembolso que equivale a unos U$S 2.200. Y el flete diferencial fue de unos U$S 1.000. La ventaja es evidente y esto es para un solo camión.

Tengamos en cuenta también, como costo ambiental intrínseco, que ese camión en lugar de transitar 950 km desde Tucumán hasta Rosario, o 1.200 hasta Buenos Aires, viajaría unos 2.300 km hasta Comodoro.

También consideremos que, cuando se analiza el negocio global, con más de 200.000 Tn de limones exportados como fruta fresca por la Argentina y unas 55.000 Tn de jugo concentrado, los números son otros y, por supuesto, mucho más grandes. Hoy estamos ante la posibilidad concreta de recuperar el mercado exportador hacia los E.E.U.U., que habíamos perdido.

La vigilia

Digo todo esto con beneficio de inventario porque el Gobierno ha dado señales sobre que, en caso de mantener estos reembolsos patagónicos, serían sólo sobre productos que tengan origen en la región. De todos modos, aun así, sostenemos que los estímulos deberían ir a los productores y no a los exportadores en los puertos.

Porque tampoco perdamos de vista, según los números de más arriba, los productores reciben unos U$S 130 la tonelada (entre $ 1,50 a 2,00 por kilo), la que luego se vende al mundo entre 700 a 800. Participación del productor en el precio final: alrededor del 16%. De paso también digamos que, cuando el kg de limón se vende en el mercado interno, la participación del productor baja a alrededor del 5%.

Sigo esperando, y deseando, decisiones sabias en este asunto. En el peor de los casos, habré aprendido algo sobre limones.















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