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martes, 28 de agosto de 2018

Celebrando nuestro puerto, una vez más


Homenaje a los gestores de nuestro Gigante Portuario


Una vez más, y esta vez con motivo del 25° Aniversario de la creación del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB) el 1 de setiembre de 1993, quiero dedicar estas palabras, más que para hablar de la historia de estos primeros 25 años y el gran futuro que continuará, para reconocer y homenajear a todos los que contribuyeron a su éxito y prestigio, a todos aquellos que, con su trabajo, esfuerzo, pasión y visión hicieron posible el desarrollo del complejo portuario de Bahía Blanca, desde sus orígenes hasta el presente.

He dicho en muchas ocasiones, y más importante que decirlo es sentirlo, que he tenido muchos trabajos en mi vida profesional y laboral, tanto en el ámbito privado como público, pero el que me tocó cumplir en el Consorcio fue, sin dudas para mí, el que más me entusiasmó, atrapó y apasionó, de todos ellos.

Tal vez muchos de los actores, de varias generaciones, que gestaron este éxito portuario, tengan este mismo sentimiento. Y no es para menos. Porque todas las visiones y planes, ejecutados con capacitación, trabajo y esfuerzo, permiten ver y disfrutar los resultados concretos conquistados hasta ahora.

Desde el 1° de setiembre de 1993 el, para entonces, novedoso modelo portuario bahiense de cogestión público-privada permitió un salto enorme de calidad en los desarrollos portuarios. El nuestro fue el primer puerto autónomo de la República Argentina, liderando el proceso de transformación de todo el sistema portuario argentino, e incluso, trascendiendo como referente más allá de nuestras fronteras. Nuestro puerto es apreciado como uno de los más importantes de América Latina por sus volúmenes de carga, su eficacia operativa, la competitividad de sus costos, la cantidad de terminales funcionando en su territorio, la profesionalidad de su gente y, por supuesto, por su profundidad.

Pocas ciudades del mundo tienen el privilegio de contar con un puerto y muchas menos con uno que sostenga una gestión exitosa durante tantos años.

En todo ese tiempo, la institución y la comunidad portuaria que la contiene han crecido vigorosamente sin solución de continuidad y esto ha sido la obra del factor humano

Todos sus presidentes, directores, gerentes, personal y todos los trabajadores y empresas portuarias fueron artífices indiscutibles de ese crecimiento que, con la estabilidad generada por sus reglas de juego duraderas, permitieron siempre trazar y ejecutar acciones estratégicas y un modelo de sana administración que consolidó su autofinanciamiento y el respaldo a las grandes inversiones realizadas en su territorio.

La realidad presente de nuestro sistema de puertos bahienses, sin exageraciones, me permitió definirlo como un “Gigante Portuario”. Por eso hay que agradecer y homenajear a todos los que, desde cada lugar y desde los tiempos de la AGP hasta este cumpleaños, dejaron su impronta y su contribución al desarrollo de este Gigante.

A todos ustedes, ¡Gracias!

A los impulsores y artífices de la Ley de Puertos que revolucionó el sistema portuario argentino en 1992; a los bahienses que se unieron al desarrollo de esa nueva visión concibiendo las bases para la sanción de la Ley 11.414, que creó al Consorcio; a todos los presidentes y directores que se sucedieron en su conducción, apuntando siempre a la visión de intereses comunes por encima de los sectoriales; a la planta permanente del Consorcio, que son el alma operativa del funcionamiento del puerto, desde los niveles gerenciales, jefaturas y las funciones auxiliares y que son a quienes siempre llamé afectuosamente y con reconocimiento “El Equipo”; al Consejo Consultivo, que contribuye como caja de resonancia y el aporte de otras instituciones que no forman parte del Directorio, para completar la interacción con la dirigencia de nuestra ciudad; a todos los gremios que forman parte de la Intersindical Portuaria, por la madurez y sensatez que siempre han demostrado en la defensa de los intereses de los trabajadores; a las autoridades y el personal de todas las empresas que forman parte de la comunidad portuaria porque cada uno, desde su lugar, conforman la potencia de un puerto que realiza una gran contribución a las exportaciones de nuestro país traduciéndola en empleos y recursos que consumen y gastan donde viven; al Municipio de Bahía Blanca, el Concejo Deliberante y los legisladores bahienses y regionales que ayudan y tienen clara la importancia estratégica de este puerto como factor de crecimiento y desarrollo; a todas Universidades y el IADO que, con su soporte académico y científico, son interconsulta permanente en temas de alta sensibilidad o importancia técnica; a los medios de comunicación, locales y nacionales y, en especial, a todos y cada uno de los periodistas que ayudan a difundir, mejorar o corregir la gestión, multiplicando el conocimiento de la población; a la Prefectura Naval Argentina y a la Armada Argentina, por su conexión indisoluble con el puerto en el control y vigilancia de nuestro estuario; a los organismos nacionales como la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación, AFIP, Aduana, SENASA, que deben garantizar la corrección de todas las operaciones portuarias; al Tribunal de Cuentas de la Provincia como vigía permanente de este modelo de administración; a las asociaciones y trabajadores de la pesca artesanal que, siendo los actuales protagonistas de una actividad ancestral, previa a la existencia misma de los puertos, comprendieron que había que concretar una reconversión para lograr nuevas formas y lugares de captura y mejorar la formalidad de sus actividades; a la Asociación Americana de Autoridades Portuarias y a la Asociación Internacional de Ciudades Puerto que, a través del tiempo, nos honraron con cargos importantes, producto del valor de nuestro puerto a nivel internacional; a las entidades, asociaciones y clubes de Ingeniero White porque son los verdaderos pilares de una comunidad que expresa siempre que quiere estar mejor en su localidad portuaria y con quienes el puerto debe comprometer su aporte; a todos los vecinos de Bahía Blanca y, en especial, a todos los vecinos de mi querido Ingeniero White, que siempre han otorgado al puerto reconocimiento social porque, aunque demandantes, reconocen la importancia de tener un gran puerto en la ciudad.


En tanto humanos, los éxitos y algunas frustraciones, los aciertos y los errores, las virtudes y los defectos, son de todos. Por eso, en aquel “Celebrando nuestro Puerto”, decía:

La historia no comienza con nosotros y, por supuesto, mucho menos termina con nosotros.
Los éxitos no son competitivos, son nuevos aportes que se suman a otros éxitos, y así se gesta una trayectoria exitosa.


El Gigante está intacto y mirando al futuro con vocación y ambición de ser cada vez más grande e importante, contribuyendo al comercio exterior de la Nación, a dar empleo a mucha gente, y a ser un motor de crecimiento y desarrollo de la ciudad que lo contiene. Es un modelo probado y efectivo de gestión portuaria y hago votos para que continúe siempre de esta manera.




Desde todo lugar, mientras viva, seguiré promoviendo, trabajando y aportando por el éxito del Puerto de Bahía Blanca.




Cr. Hugo Antonio Borelli
Presidente del C.G.P.B.B. 2012-2016

miércoles, 18 de octubre de 2017

Ser Ciudad-Puerto es mucho más que ser un puerto

Alegría y Reflexiones. Agregar a otros actores sumaría mucho más.

En esta entrega voy a compartir con ustedes la nota que me invitaron a escribir los responsables editoriales de la Revista Ciudad Puerto con motivo de su Edición Especial por el 24° aniversario del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca.


La revista es un emprendimiento local dedicado a la “Actividad Portuaria, Industrial, Cultural & Medio Ambiente”, cuyo Número 1 apareció en diciembre de 2012 y especialmente enfocado en la localidad de Ingeniero White y nuestro puerto.






Este es su contenido completo:

Un nuevo aniversario del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, el vigesimocuarto, me convoca una vez más a la alegría, por una parte, y a algunas reflexiones, por la otra.

Feliz cumpleaños a todo el Equipo que, día a día, contribuye a que se haya cumplido otro año de este modelo de gestión exitosa que ha hecho del Puerto de la Ciudad de Bahía Blanca uno de los más importantes de la Argentina y América Latina.

En mi mensaje del 22° aniversario pude agradecer a la enorme cantidad de personas que, desde 1992, contribuyeron en todas las etapas a crear, desarrollar, y sostener un sistema de administración portuaria que, por su eficacia, luego fue seguido por otros.

Hoy el puerto ha iniciado una nueva etapa, con nuevas improntas, con ese magnífico Equipo, que logrará nuevas realizaciones y progresos, y sosteniendo las buenas cosas que se lograron antes, a través de todos los que tuvimos el orgullo de participar. Y el sentimiento de pertenecer a una Ciudad-Puerto está más fuerte y arraigado que nunca.

En aquel momento decía: “¿Cómo desarrollar una visión sobre cómo será, para este puerto, el resto de su vida? Es más sencillo visualizar el futuro en el corto y hasta mediano plazo, porque el largo entra en el terreno de la visión profundamente estratégica, los sueños y las utopías”. “Las principales acciones de los administradores portuarios conducen a aumentar los volúmenes de carga, exportar más, mejorar la velocidad operativa, disminuir los costos; es decir, mejorar la competitividad en todos sus aspectos; pero, por otro lado, también sostenemos que de nada serviría continuar creciendo en las capacidades internas si la carga no llega mejor, más rápido y seguro a los puertos”.

Y todos estos aspectos propios de la operación portuaria tienen que servir no solamente para crecer y reinvertir en nuevas capacidades, generando más empleo, sino también, como un fin mayor, a contribuir al desarrollo de la ciudad que contiene al puerto, a su región y al país con programas de responsabilidad social que canalicen excedentes destinados a necesidades de la comunidad.

Un fin mayor: contribuir al desarrollo de la ciudad que contiene al puerto con programas de responsabilidad social que canalicen excedentes destinados a necesidades de la comunidad.


Imaginar el futuro

Vale la pena destacar, entonces, que en este vigesimocuarto año se haya decidido renovar su Plan Estratégico, a través de un trabajo que se ha denominado “Visión Portuaria Bahía Blanca 2040”. Esto de intentar prever el futuro de nuestra ciudad y su puerto, insertos en el país y el mundo, 23 años para adelante resulta, a todas luces, loable porque representa un símbolo de algo que se ha hecho poco en la Argentina, cual es trazar planes y gestionar acciones para el largo plazo.

Un plazo que excede los tiempos naturales de los dirigentes que los imaginan y ponen en marcha. Por eso tiene mucho valor, porque parte de la base de reconocer, con humildad, que los resultados finales tal vez no los lleguemos a ver o lo haremos desde otro lugar.


Siempre se trata de crecer sobre lo construido y crear con nuevas ideas y nuevos logros. Así intenté hacerlo yo respecto de las gestiones precedentes y espero que también lo harán los que vengan en el futuro. La historia no comienza con nosotros y, por supuesto, mucho menos termina con nosotros: “Los éxitos, en estos casos, no son competitivos, son nuevos aportes que se suman a otros éxitos, y así se gesta una trayectoria exitosa”.

Claro que 23 años hacia el futuro es mucho tiempo, casi otro tanto como los que ya ha vivido el Consorcio. Sobre todo en una época donde se están trastocando muchos paradigmas, donde los vertiginosos cambios tecnológicos, del conocimiento y de otra índole vienen modificando la forma de pensar y hacer a una velocidad a la que resulta muy esforzado adaptarse.

Seguramente un plan de este tipo requerirá dividirlo en etapas más cortas (quinquenios, por ejemplo) para adaptarlo y corregirlo sobre la base de cuestiones que ni siquiera sabemos que van a suceder.

¿Cómo serán, en 10 o 20 años, la logística y la tecnología aplicada a la misma? Con el crecimiento de la generación de energía a través de fuentes renovables, ¿qué pasará con la buena parte del transporte marítimo dedicado a movilizar combustibles fósiles? ¿Cómo habrá que adaptar el compromiso social de esta organización a otro tipo de demandas requeridas por el compromiso Ciudad-Puerto? Se podrían plantear decenas de preguntas como éstas y, obviamente, intentar contestarlas es la tarea de un plan a largo plazo como éste. Y así, las revisiones y modificaciones a nuevas realidades serán inevitables.

Ya en 2012 lo tuve claro y bauticé a nuestro puerto de Bahía Blanca como un “Gigante Portuario”Como ya he expresado en otras ocasiones el Gigante está intacto y mirando al futuro con vocación y ambición de ser cada vez más grande e importante, contribuyendo al comercio exterior de la Nación, a dar empleo a mucha gente, y a ser un motor de crecimiento y desarrollo de la ciudad que lo contiene. Es un modelo probado y efectivo de gestión portuaria y hacemos votos para que continúe siempre de esta manera.


Solidaridad portuaria y compromiso social

Al principio de esta nota comenté que, además de la alegre celebración, quería aprovechar la ocasión para hacer algunas reflexiones.

No muchos saben que, desde su creación, el Consorcio estuvo exento, por ley provincial, del impuesto a los ingresos brutos por tratarse de una entidad sin fines de lucro y contribuyendo a la competitividad de los costos portuarios. Pero esto cambió cuando la Provincia eliminó la exención y le reclamó el pago de este impuesto regresivo, desde 2010 hasta el presente y con la mayor alícuota del 5%. (Nótese que este impuesto está siendo objetado actualmente, en el marco de una reforma tributaria integral que buscará gradualmente su eliminación).

Aquí quiero respaldar el contenido del proyecto de Ley de Puertos Bonaerenses que considera volver a la situación anterior eliminando el pago de ingresos brutos, pero cambiarlo por una contribución del mismo orden (5% de los ingresos) a la creación de un Fondo Compensador Portuario provincial que permita a la autoridad portuaria de la provincia destinar recursos hacia puertos que necesitan inversiones y cuya capacidad propia no es suficiente para financiarlas. De este modo, puertos como el nuestro podrán colaborar con otros puertos de la provincia tratándolos a todos como un Sistema Portuario Integrado.

En otro orden, los que han tenido la oportunidad de examinar o consultar el Plan Estratégico hacia el 2040 habrán notado que contiene, como es común en este tipo de planificaciones, un análisis F.O.D.A. (Fortalezas-Oportunidades-Debilidades-Amenazas).

Las Fortalezas y Oportunidades son muchas y han sido ampliamente analizadas. Son todas las que marcan un promisorio porvenir para nuestro puerto mientras su gestión siga por el buen camino. Las Debilidades y Amenazas son, en general, de carácter operativo como ser los deficientes accesos viales y ferroviarios, las descargas cloacales y su impacto medio ambiental, la escasez de agua de uso industrial, la falta de tierras para expansiones y otras.

Pero quiero detenerme en dos temas en particular: del lado de las Debilidades, el “desequilibrio del desarrollo con la comunidad de Ingeniero White”; y del lado de las Amenazas, la “falta de alineación de las organizaciones sindicales con los objetivos del complejo portuario-industrial en materia de competitividad y eficiencia”.

Con respecto a lo primero, siempre reconoceré que, durante mi gestión, con todo el apoyo del Equipo consorcial, uno de los logros sobresalientes fue la instalación definitiva del Programa Ciudad-Puerto y la construcción de infraestructura portuaria recreativa como una inversión primigenia y necesaria para atraer a la población a su mar y su puerto.

Sus dos primeros exponentes fueron el Balcón al Mar y el Paseo Portuario a lo largo del muelle Ministro Carranza. Para su completamiento, acaba de anunciarse la tercera etapa cual es la puesta en valor del ingreso por la Av. Mario Guido, desde el ingreso por Guillermo Torres hasta la plazoleta. Así el sector de paseos internos quedará totalmente integrado.

Pero la “debilidad” aludida se refiere a lo que ocurre puertas afuera del puerto, esto es la situación de su hermano gemelo de nacimiento, Ingeniero White. La localidad necesita ayuda para mejorar su aspecto y condición. Los particulares, por no poder o no querer, casi ni invierten en ella y el “pueblo” que nació junto con el puerto está casi como detenido en el tiempo.


La Fundación que no dejaron ser

Este era uno de los objetivos primordiales que pensamos al crear en 2015 la “Fundación para el Desarrollo Sostenible de la Ciudad Puerto de Bahía Blanca”. Las razones por las que la iniciativa no se puso en marcha por parte de las actuales autoridades quedan para otro análisis (*), pero se trataba de crear una herramienta que sumara las contribuciones que puede hacer el propio Consorcio a otras, públicas y privadas, que multiplicara la masa crítica de recursos a aplicar a estos fines sociales.

Escritura de constitución de la Fundación 09-10-2015

Acta de aprobación por unanimidad de la Fundación


(*) Al estilo de la muy exitosa Fundación Valencia Port (España), los objetivos y posibilidades de esta herramienta son muy buenos. Aún sin mi presencia, como mentor del proyecto, las actuales autoridades (que la conducirían) debieran explicar mejor por qué decidieron no llevarla adelante, a pesar que su creación fue aprobada por unanimidad del Directorio en setiembre de 2015 y la mayoría de los directores siguen perteneciendo al mismo.

Resolución de aprobación de la Fundación de la Dirección de Personas Jurídicas P.B.A.

Matrícula de inscripción de la Fundación N° 43397

El Consorcio acaba de anunciar que invertirá en el orden del millón de dólares anuales para estos fines. Sin duda se trata de un aporte importante, pero no suficiente. Con el mecanismo aquí descrito se podría triplicar o cuadruplicar la inversión y lograr un impacto mucho más rápido y potente. Ingeniero White y la ciudad se lo merecen. Eso es, esencialmente, ser una Ciudad-Puerto.

Sumando los aportes del Consorcio a otros, públicos y privados, se podría triplicar o cuadruplicar la inversión en el Programa Ciudad-Puerto.

¿Desalineación sindical?

Con relación a lo planteado como una “amenaza”, enunciada como “falta de alineación de las organizaciones sindicales con los objetivos del complejo portuario-industrial en materia de competitividad y eficiencia”, debiera explicitarse mejor a qué se refiere.

Los diversos sindicatos que operan en el puerto ¿Están en contra del progreso de su fuente de empleo? ¿Realmente quieren que el puerto sea menos competitivo y eficiente? En verdad, no lo creo. Sería como “escupir para arriba”.

¿No habrá faltado un diálogo más profundo con este sector? Cuando se mencionan, en la Visión Portuaria 2040, los actores que “acompañan esta visión” abundan mayoritariamente instituciones y organismos públicos y privados y empresas. En una línea se menciona a la Intersindical Portuaria, pero luego se plantea como una amenaza su falta de alineación.

Esto no es sustentable si no se corrige. No hay modo de llevar adelante un plan de tan largo aliento si todos los actores no están alineados en la misma visión. Y el sector del trabajo es un actor sustancial porque es el motor que realiza las acciones y metas que se proponen.

Conclusión

Se dice que las personas nacemos, crecemos, nos desarrollamos y morimos. Espero que instituciones como el Consorcio en particular y el Puerto de Bahía Blanca, en general, hagan todo lo primero, pero nunca lo último. El destino es perdurar en el tiempo y más allá de las personas, aunque todas estas hayan dejado, en su paso, su capacidad, sus ideas, sus logros, que se van sumando a lo largo de los años y durarán para siempre.

Mis mejores deseos a todos los que siguen haciendo del Puerto de Bahía Blanca una gran organización. Lo que no está bien puede corregirse, si es que hay vocación de hacerlo. 

En mi caso, desde todo lugar, seguiré trabajando por su Éxito.





Ex Presidente del Consorcio 2012-2016







viernes, 13 de enero de 2017

El éxito del Puerto de Bahía Blanca

Récord de cargas en 2016





Esta noticia es fantástica. El Puerto de Bahía Blanca sigue en el rumbo de ser el puerto con mayor volumen de cargas de la Argentina.



Reflexiones 2012 a 2016

Desde la perspectiva del “vaso medio vacío o medio lleno”, estos datos también reivindican los números de 2015 ya que, desde el récord de 2012 (27.368.470 Tn), las condiciones crecientemente restrictivas de las retenciones y el tipo de cambio desalentaron a granos como el trigo, el maíz y la cebada y, entonces, las 25.107.145 Tn de 2015 parecen también un logro del puerto en medio de esas condiciones de comercialización adversas. No tiene importancia cuál fue mayor o menor, en términos relativos, si las condiciones hubieran sido iguales. Lo importante es el dato: se creció y eso es lo que vale.

Por eso, el nuevo presidente del CGPBB dice con acierto que el récord de 2016 se debe a las modificaciones de estas condiciones restrictivas y que dispararon un gran aumento de las cargas de los granos mencionados. Lamentablemente cayeron las de productos químicos y los movimientos de hidrocarburos en las monoboyas de Puerto Rosales. Con los nuevos proyectos para almacenaje de combustibles, estos últimos números tienen la oportunidad de revertirse y crecer en el futuro.

Ahora queda el desafío de crecer en las cargas por méritos propios, es decir, la conquista de nuevos negocios atraídos por la gestión comercial del propio puerto.

No fue una aspiración retórica cuando en 2014 decíamos que este puerto está camino a lograr un movimiento de 30 millones de toneladas dentro de poco tiempo.

También reivindico los 23 años de trayectoria del puerto, con sus conducciones, su personal, sus logros y su crecimiento. La “foto positiva” de 2016 es muy buena, pero la existencia de uno o dos proyectos de nuevas inversiones (que, Dios mediante, continuarán) no opaca en modo alguno un proceso que, desde 1993, hizo que este puerto de Bahía Blanca no parara de crecer desde la creación del Consorcio y que lograra, a lo largo de los años, un crecimiento extraordinario de las tierras portuarias, la profundidad de su canal de acceso y sus muelles, la cantidad de radicaciones y su aporte notable al comercio exterior de la Argentina.

En setiembre de 2016, en su 23° aniversario, y en ocasión de desearle “Feliz Aniversario Consorcio”, decía:

“El “Gigante Portuario” está intacto y mirando al futuro con vocación y ambición de ser cada vez más grande e importante.



Y por eso, en mi nota en el blog de julio de 2016 “Celebrando nuestro Puerto”, decía:



“La historia no comienza con nosotros y, por supuesto, mucho menos termina con nosotros”.

"Celebro el trabajo de renovar el planeamiento estratégico, con un nuevo Plan Director, pensando en el largo plazo, porque estos planes trascienden a las personas y generan un debate sobre un porvenir que, a lo mejor, no veremos, pero que serán una guía elaborada con rigor profesional que resultará insoslayable para futuros dirigentes”.

Los éxitos no son competitivos, son nuevos aportes que se suman a otros éxitos, y así se gesta una trayectoria exitosa.


Ni que hablar de la continuidad del Programa Ciudad-Puerto, iniciados con el Balcón al Mar y el Paseo Portuario, para seguir estrechando los vínculos del puerto con Ingeniero White, ayudando a su progreso, y con Bahía Blanca y la región en general. Felicito particularmente el desarrollo del programa de visitas educativas con estudiantes de  todos los niveles porque esto alimenta la comprensión de las generaciones futuras sobre la importancia de tener una ciudad portuaria que, definitivamente, “mire a su mar”.



En conclusión, me permito cerrar del mismo modo que en aquella nota de julio de 2016:

“El Puerto de Bahía Blanca tuvo, durante sus primeros 22 años, un notable y exitoso crecimiento, tiene un presente magnífico y un porvenir promisorio de grandeza, conducido por comprometidos dirigentes y su Equipo profesional de primera línea.

Siempre estaré acompañando y trabajando por su éxito. Felicitaciones y adelante!”.













Fotos: gentileza del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca