Historias
inesperadas de la historia argentina
En el
capítulo de Divulgación de hoy le haremos una visita a Daniel Balmaceda,
nacido en 1962, periodista por la Universidad Católica Argentina. Fue editor de
las revistas Noticias, Newsweek, El Gráfico, Aire Libre, La Primera y
Periódicos de la Historia, un material realizado para colegios secundarios.
Es miembro titular y vitalicio de la Sociedad Argentina de Historiadores y miembro de la Unión de Cóndores de las Américas. Entre 1989 y 1993 presidió la Fundación Cristóbal Colón. Fue jefe de Prensa de las secretarías de Industria, Comercio y PyMEs; y de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación. En televisión fue productor de Perdona Nuestros Pecados, Televicio y Móvil 13.
Es autor del Blog Historias Inesperadas que se publica en la página web del
diario La Nación.
Ha publicado los siguientes libros:
Espadas y Corazones, pequeñas delicias de héroes y villanos de la historia argentina (2004).
Oro y Espadas, desde que Pedro de Mendoza se instaló en Buenos Aires por culpa de
un loco hasta cinco minutos antes de mayo de 1810 (2006).
Romances turbulentos de la
historia argentina (2007).
Historias insólitas de la
historia argentina, desde que Urquiza llenó su casa
de hijos hasta que Alfonsina se vistió de mar (2008).
Historias inesperadas de la
historia argentina, tragedias, misterios y delirios de nuestro pasado (2009).
Historias de corceles y de
acero, de 1810 a 1924 (2010).
Biografía no autorizada de 1910 (2010).
Historia de las palabras (2011).
Este
libro, que hoy recomiendo, cuenta historias y anécdotas de personajes (algunos
próceres y otros no tanto) argentinos muy poco conocidas, con un lenguaje
ameno, llevadero y atrapante que, como ocurre con los buenos libros, te dan
ganas de seguir leyendo sin parar.
Daniel Balmaceda |
En la
sinopsis, algunas frases resumen algunas de las historias incluidas. Son 74
relatos que no tienen desperdicio, producto de una experta investigación del
autor a través de numerosas entrevistas y de los archivos de documentos y
publicaciones que se encuentran en las más importantes bibliotecas del país.
Por ejemplo:
San Martín es dado por muerto cuatro años
antes de fallecer. Avellaneda sale al balcón de la Casa Rosada para enfrentar a
una multitud y lo ovacionan como si fuera Perón. Luis Viale escribe su página
gloriosa en uno de los naufragios más absurdos. La madre de un presidente le
impone una novia que él no quiere. Un ministro parece haber muerto en
circunstancias muy comprometedoras, y un empresario cambió su testamento cuando
ya estaba muerto.
Como dice el mismo autor: “Muchos relatos
de las "Historias inesperadas" parecen más adecuados al mundo de la
ficción. Sin embargo, cada uno de ellos ha ocurrido y cualquier similitud con
la historia real no es ninguna casualidad”.
Van tres fragmentos para ilustrar:
Historia 2. El Restaurador de Palermo
El 25 de junio de 1590, Juan Domingo
Palermo se casó con Isabel Gómez de la Puerta Saravia. Al morir el padre de
Isabel heredaron esas tierras que pasaron a ser denominadas con el nombre del
yerno.
Más de doscientos años después, el
Restaurador de las Leyes, Juan Manuel de Rosas, comenzó a invertir en Palermo
en 1838. Luego de once años de compras, sus tierras habían alcanzado un tamaño
considerable: se extendían por todo el
Bajo, es decir, las actuales Libertador y Figueroa Alcorta, desde Ugarteche hasta
el estadio Monumental del club River Plate. Eran 541 hectáreas de la ciudad de
Buenos Aires.
Esas tierras no eran muy apreciadas porque
eran arenosas y arcillosas, y se anegaban por estar cerca del río y, además,
junto al arroyo Maldonado…
…En el trayecto entre el “centro” (se
iniciaba en la actual calle Florida) hasta la residencia que había construido
el Gobernador en esas tierras (una casona de 5.776 m2), se divisaba un rancho
hacia el río. Pertenecía a Nicolás Mariño, uno de los lugartenientes de Rosas.
El Restaurador le había regalado una franja de “mala muerte” en una zona con
más barro que tierra y el hombre se había construido una casita.
Quienes pasaban por allí bromeaban diciendo
que esa humilde propiedad era “Palermito” y así se identificó a la zona. De Palermito pasó a llamarse Palermo Chico
y luego Barrio Parque (uno de los barrios más caros y acreditados de la
ciudad).
Historia 5. Florencio (Madero, el “abatatado”)
Portada de "Estrellas del Pasado" |
Florencio (“Floro”) Madero era hermano de
Eduardo, el ideólogo de Puerto Madero, y fueron algo así como son los actuales
desarrolladores inmobiliarios. Aquí se cuenta cómo promocionaron el loteo que
dio origen al actual barrio de Almagro. Floro era divertido y un buen contador
de cuentos.
En 1867,
Daniel María Cazón reunió a los amigos en su quinta del partido de Tigre
(ubicada en Liniers al 2100) y les ofreció un picnic. Por aquellos años, un
picnic era una comida ligera, informal y al aire libre. Los comensales no eran
atendidos por personal de la casa y cada cual se las arreglaba por su cuenta. Cazón
celebraba su nombramiento como Venerable Maestro de la Logia Confraternidad
Argentina. Y sus invitados fueron Floro Madero, Vicente Fidel López, Bernardo
de Irigoyen (playboy y uno de los más elegantes de la época), Miguel Cané y
otros más.
Los
amigotes se sentaron en una mesa larga. Floro se ubicó delante de una fuente de
batatas fritas. Pinchó una con un escarbadientes y la comió. Pinchó otra y
otra. A diferencia del resto que esperaban los bifes a la portuguesa, Madero se
pegó un atracón de batatas fritas.
A los
postres Cazón se dirigió a Madero:
-Contá
algún cuento de tu colección, Floro.
-Estoy
mal, no me siento bien.
-¿Pero,
qué tenés?
Y la
respuesta fue histórica. Floro Madero, que no podía hablar con naturalidad,
dijo entre largas inspiraciones de aire: “Hombre, estoy….abatatado. Me he
comido media fuente de batatas y, vaya… ¡estoy
abatatado!”.
Nos dice
Balmaceda que hoy, en el “Diccionario del habla de los argentinos”, de la
Academia Argentina de Letras, puede leerse: “Abatatarse: turbarse una persona,
de modo tal que no atine a hablar o proseguir con lo que está haciendo”. Su
inventor, Floro Madero.
Historia 18. RSVP
En el contexto de las invitaciones sociales, RSVP es una petición para que la persona o personas
invitadas respondan. Es un acrónimo derivado de la expresión francesa “Répondez
s'il vous plaît” que, literalmente, significa “Responda por favor”
o “Responda si le place”.
Daniel Balmaceda cuenta que la primera vez que se utilizaron
las siglas RSVP en la Argentina fue en unas invitaciones que envió Diego de
Alvear (hijo de Carlos María, hermano de Torcuato, tío de Marcelo T.) con
motivo de una fiesta que daría en su casa, antes de que su gran amigo, Julio A.
Roca, imaginara que sería Presidente de la Nación.
La noche de la gala, un invitado le preguntó a Manuel Láinez
(joven sobresaliente de aquellos tiempos) qué significaban esas siglas. Láinez
respondió con un chiste que todos celebraron: Significan “Roca Será Vuestro
Presidente”. Un par de años después de esa fiesta, dejó de ser un chiste.
Son 74 relatos muy atractivos en los que descubrirá muchas
cosas sobre personajes o hechos de nuestra historia, y sobre los que, en muchos
de los casos, seguro no había escuchado antes. Tiene varias páginas de la
abundante bibliografía consultada por el autor y la edición 2016 del libro fue realizada
por Editorial Sudamericana.
No se lo
pierda. Ideal para un verano de descanso y lectura.
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