Allá lejos en el
tiempo, el nombre de Bahía Blanca, dada la profunda y angosta entrada del mar
en el continente definiendo un estuario de planicies costeras, se debió a las
eflorescencias blancas, salinas, que cubren sus bajas orillas, cuando la marea
se retira y el sol evapora la humedad.
No se sabe exactamente quién le dio el nombre, pero tal vez fueron los
indígenas, grandes observadores de los accidentes geográficos.
La primera
mención en un mapa aparece con la designación de Bahía de los Buenos Cables.
También se la denominó como la Bahía de los Bajos Anegados. Pero ya cuando la gobernación de Buenos Aires
tomó la decisión de mandar a crear una nueva ciudad en el sur de la provincia,
en las orillas de la “bahía blanca”, se consolida su nombre definitivo. Y la expedición de Estomba se estableció en
la parte occidental del arroyo Napostá, a una legua de la costa, a la que
denominaron Puerto de la Esperanza.
La Fortaleza
Protectora Argentina era un bastión destinado a sostener tácticamente a la
Primera Campaña al Desierto, pero su ubicación la convirtió también en una
ciudad marítima o “Ciudad-Puerto”, acompañándola hasta el presente con esa
existencia compartida entre la tierra y el mar, y necesariamente comprometida
con ambos.
Por eso nos gusta
decir que, ya desde su origen, el proyecto de establecer en la Bahía Blanca una
estación marítima partía del objetivo estratégico de servir a la defensa
nacional y al desarrollo. La visión y la obra de los fundadores es una realidad
presente que hoy sigue proyectando futuro desde aquella natural identidad de
ciudad-puerto-región con la que fue concebida: “Una Ciudad-Puerto, una Región
para desarrollar al País”.
Bahía creció con
su puerto, junto a su puerto y desde su puerto. Por eso la integración entre la
ciudad y su puerto es una necesidad estratégica ya comprendida en todos los
lugares del mundo, y las acciones deben encaminarse a desarrollarla,
profundizarla y a hacerla cada vez más estrecha. Es una visión y un compromiso que hemos
asumido hacia el futuro y por el que no debemos claudicar.
Los 187 años de
la ciudad encuentran al Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca,
después de más de veinte años de vida, en plena tarea de llevar adelante algunas
acciones concretas que generen espacios de mayor acercamiento de la comunidad a
su puerto y su mar. Serán acciones de lo que hemos denominado complementariedad
social y de construcción de infraestructura portuaria recreativa que atraigan a
los bahienses a visitar sus espacios marítimos. El Balcón al Mar es prueba de
ello y es mi orgullo.
Siempre
insistiremos en decir que ser una ciudad marítima, y con un puerto exitoso, es
un privilegio del que gozan muy pocas ciudades en el mundo. Es una característica de identidad única que
no siempre se aprecia en toda su dimensión. Y es nuestra responsabilidad
promover y realizar las obras, acciones y comunicaciones que incrementen ese
nexo con la comunidad de pertenencia.
Siempre hemos
sostenido que asumimos una actitud colaborativa desde nuestro lugar, pero
también mantenemos una vehemente postura demandante que promueva una política
de estado que enfrente el mayor desafío que enfrentan las ciudades portuarias
en el futuro, cual es la necesidad de fuertes inversiones en infraestructura
logística pre portuaria, vial y ferroviaria, para que las cargas lleguen mejor
a los puertos, con mayor seguridad y menor impacto sobre las ciudades que los
contienen.
Bahía Blanca es
una ciudad marítima, con nombre marítimo y con historia y desarrollo marítimo.
Y así debe estar instalado en la cultura orgullosa de los bahienses, por las
generaciones que lo imaginaron y lo hicieron, por los que tenemos
responsabilidades en el presente y por las generaciones futuras que heredarán
el compromiso.
Y en ese camino
hacia el futuro de nuestra ciudad, mantengamos bien presente en la memoria la
historia que nos trajo hasta aquí y hagamos votos sobre el porvenir honrando
aquella primera denominación con la que el puerto acompañó a su ciudad que lo
contiene, cual es la de Puerto de la Esperanza.
Feliz cumpleaños
Bahía: nuestra Ciudad-Puerto!
Cr. Hugo Antonio Borelli
Presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca