domingo, 23 de octubre de 2016

Un Grupo para cada interés parece demasiado

¿Le sirven a la Argentina? ¿Y con China, qué hacemos?

En el mundo existen diversas agrupaciones informales de países que, generalmente, representan su peso político, económico y militar a escala global. Usualmente son alianzas que reúnen similares capacidades nacionales, que les permiten coordinar políticas buscando objetivos comunes y establecer medios técnicos de cooperación.

Todos hemos sentido nombrar en algún momento al G5, al G7, al G8, al G20, a los BRICS, al G77 y otras varias denominaciones. La letra “G” significa “Group” o Grupo, en español y, en general, el número representa la cantidad de países que integran ese grupo.

Pocas veces se sabe qué decisiones se toman en los diversos grupos y, lo que es más importante, cómo repercuten en los países que están o no están en esos grupos en particular, cuando los intereses se cruzan.

Los nombres y los países

Veamos primero las distintas denominaciones que han existido o existen en la actualidad:

G3 (de Europa)
Se le llama G-3 al grupo de los tres países europeos (Alemania, Francia e Italia) que son los más ricos y poderosos de la Unión Europea: el producto interno bruto de cada uno de ellos supera los 2 billones de dólares estadounidenses.
Su última reunión fue en la isla de Ventotene, Italia, para tratar de "relanzar la UE", tras el Brexit (es la salida del Reino Unido de la Unión Europea. La palabra deriva de la contracción de las palabras “Britain” y “exit”, por Gran Bretaña” y “salida”, en español).

"Los tres grandes de la Unión Europea"
País
Población
Votos Cons. Europeo
Contrib. al Presup. de UE en miles de euros
Miembros en Parlam. Europeo
OTAN Quint
G7/G8  G20
P5
G4
Uniting for Consensus
Francia
  66.616.416
29
8.4%
  17.303.107
16.4%
74
 
 
 
 No
 No
Alemania
  80.716.000
29
8.4%
  22.218.438
21.1%
96
 
 
 No
 
 No
 Italia
  60.782.668
29
8.4%
  14.359.479
13.6%
73
 
 
 No
 No
 

Parlamento Europeo
El Parlamento Europeo está compuesto por 751 diputados, y representan al segundo mayor electorado del mundo.

El Quint es un grupo informal de toma de decisiones que consta de cinco potencias occidentales: los Estados Unidos y "los cuatro grandes" de Europa (Francia, Alemania, Italia y el Reino Unido).  A los europeos también se los llama el G-4 (Europa) Actualmente opera como un "Directorio" de diversas entidades como la OTAN y el G8 /G20.

El P5 son los miembros permanentes con derecho de veto dentro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que está conformado por 15 naciones: los 5, que son Estados Unidos, el Reino Unido, la República Francesa, la Federación Rusa y la República Popular China, y 10 miembros no permanentes.

El G4 (Grupo de los Cuatro) es una alianza entre Alemania, Brasil, India, y Japón, con el objeto de apoyarse mutuamente en la consecución de puestos permanentes en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El Uniting for Consensus es un movimiento que se desarrolló en la década de 1990 en oposición a la posible ampliación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. 

Recientemente revivido por Italia, es un grupo de consenso que ahora tiene cerca de 40 miembros. Su objetivo es el de contrarrestar las ofertas de los miembros del Grupo de los Cuatro para su postura por puestos permanentes dentro del Consejo de seguridad de la ONU.

Lo lidera Italia y sus demás miembros son Argentina, Canadá, España, Corea del Sur, San Marino, Malta, Costa Rica, Indonesia, Pakistán, Colombia, Turquía y México.

Este Grupo, probablemente con intención irónica por parte de “los grandes”, ha sido apodado en inglés Coffee Club.

G3 (de América)

Se le llama G3 o Grupo de los Tres a los integrantes del Tratado de Libre Comercio entre MéxicoColombia y Venezuela entre 1995 y 2006. Firmado el 13 de junio de 1994 en Cartagena de IndiasColombia.

Entró en vigor el 1 de enero de 1995 y creó un extenso mercado de 149 millones de consumidores combinado con un PIB (Producto Interno Bruto) de 486.500 millones de dólares (486.500.000.000). El acuerdo estableció un 10% de reducción de tarifa durante unos 10 años (empezando en 1995) por el comercio de bienes y servicios entre sus miembros.

El acuerdo fue de tercera generación, no limitado al libre comercio, pero incluyó puntos como la inversión, servicios, compras gubernamentales, regulaciones a la competencia desleal, y derechos de propiedad intelectual. 

Venezuela abandonó este Grupo para unirse al Mercosur en 2006, con lo que el grupo terminó siendo sólo de 2 países.

G5

El Grupo de los Cinco o G-5, o también O-5, es el nombre que se dio a las potencias emergentes en las reuniones internacionales de Brasil, China, India, México, y Sudáfrica, y cuyo objetivo es promover el diálogo entre los países en desarrollo y los países desarrollados que integran el G8, con el fin de fijar posturas e iniciativas en temas relevantes a escala mundial, tales como la economía mundial, el desarrollo sostenible, y el cambio climático, entre otros asuntos.

El Grupo de los Cinco surge en 2005 tras la invitación del Reino Unido a los líderes de las 5 principales economías emergentes del mundo para participar en el Diálogo Ampliado de la Cumbre del G8, realizado ese mismo año en Gleneagles, Escocia. La coordinación entre los cinco países comenzó en esta cumbre, para la cual los líderes del ahora G5, realizaron una reunión previa para acordar su postura y presentar una declaración conjunta en el Diálogo Ampliado.

Este encuentro dio origen al G13 o, también llamado, el Grupo de los Ocho más Cinco.

BRICS

Hace pocos años irrumpió la sigla BRICS para referirse conjuntamente a BrasilRusia, India, China y Sudáfrica. Antes que se uniera Sudáfrica a este grupo en 2011, se los denominó BRIC.

En términos generales, BRICS es el acrónimo de una asociación económica-comercial de las cinco economías nacionales emergentes más importantes del mundo.
Líderes de los BRICS en 2014
Todas estas naciones tienen en común una gran población (China e India por encima de los mil cien millones, Brasil y Rusia por encima de los ciento cuarenta millones), un enorme territorio (casi 38,5 millones km²), lo que les proporciona dimensiones estratégicas continentales, una gigantesca cantidad de recursos naturales y, lo más importante, las enormes cifras que han presentado de crecimiento de su producto interno bruto (PIB) y de participación en el comercio mundial en los últimos años, lo que los hace atractivos como destino de inversiones.
México y Corea del Sur son los únicos países comparables a los BRIC, pero sus economías se excluyeron debido a que ya son miembros de la OCDE. La OCDE, u OECD, fue fundada en 1961 y es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Agrupa a 34 países miembros y su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo.
Cuatro de los países (China, India, Brasil y Sudáfrica), a diferencia de Rusia, también forman parte del G-5, ahora llamado G-8.
Argentina, en tanto, fue invitada a la cumbre de Fortaleza, junto a los miembros de la Unión de Naciones Sudamericanas realizada en julio de 2014.

Hasta acá parece que vamos fenómeno, pero ya tenemos un “merengue” bárbaro con tanta sigla, tantos países, tantas reuniones, tantos intereses. Pero no se vayan que la lista sigue…

G6 (de la Unión Europea)

El G6 (Grupo de los Seis) es el conjunto no oficial de los Estados miembros con mayor población dentro la Unión Europea y, por tanto, con más votos potenciales en el Consejo de la Unión Europea, debido a la correlación población-voto dentro de la Unión.

Estos países son: El G-4 Europa (Francia, Reino Unido, Alemania, Italia) más España y Polonia.

Sí. También hay un G-4 Europa, pero no confundir con el G4 o Grupo de los Cuatro, mencionado antes.

G6 (a secas)

Este grupo está integrado por los seis países más desarrollados e industrializados del mundo: Alemania, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido.

Luego fue sucesivamente reemplazado por el G7 y el G8.

G7

Este grupo está integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. Es decir, el G6 más Canadá.



G8

Este el Grupo de “los grandes”. Es el G7 más Rusia o, si prefiere, el G6 más Canadá más Rusia.

G10 o Grupo de los Diez

Este grupo está integrado por Alemania, Bélgica, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Países Bajos, Reino Unido y Suecia. Es decir, el G7 más Bélgica, Países Bajos y Suecia.

Grupo de los once o Próximos once o N-11

Esta denominación es usada por el banco de inversiones Goldman Sachs para denominar a once países del mundo que se presentan como economías promisorias. Está integrado por Bangladés (o Bangladesh), Corea del Sur, Egipto, Filipinas, Indonesia, Irán, México, Nigeria, Pakistán, Turquía y Vietnam.

G12 o Grupo de los Doce

Ésta es muy buena. El G12 es un grupo integrado por trece países: el G10 más Australia, España y Suiza.

G20

Atención que aquí aparece Argentina. Este es el denominado Grupo de los Veinte, que incluye países industrializados y emergentes. Está integrado por el G 8+5 (o G13), además de Argentina, Arabia Saudita, Australia, Corea del Sur, Indonesia y Turquía.

Supongo que el número redondo habrá venido mejor para el nombre porque, como notarán, son 19 países. Lo que sucede es que, para llegar a 20, se le suma la Unión Europea como organización supranacional.

G22

Es el Grupo de los 22, integrado por países industrializados y emergentes y fue anunciado por los líderes de la APEC (Asia-Pacific Economic Cooperation) o Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, en la ciudad de Vancouver, en noviembre de 1997. La intención era de establecer una programación de reuniones de Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales, a efectos de discutir cuestiones pertinentes al sistema financiero global.

El grupo inicialmente se integró con los países del G8 más otros 14 países. La primera reunión de este grupo fue en 1998 en Washington D.C., para discutir la estabilidad del Sistema Monetario Internacional y de los mercados de capitales.

El G22 fue sucedido por el Grupo de los Treinta y Tres (G33) y, posteriormente, por el Grupo de los Veinte (G20).

G23 y G24

El G23 es un grupo integrado por 23 países en vías de desarrollo. Anteriormente, también fue llamado G20, G20+, G21 y G22+.

El G24 es un grupo fundado en 1971, integrado por 24 países en vías de desarrollo.

Este Grupo de países en desarrollo ahora es un grupo de 24 naciones en desarrollo establecido el 20 de agosto de 2003. El grupo formalmente surgió en la 5ª Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC) celebrada en Cancún, México, en setiembre de 2003.

El G-23 representa el 60% de la población del mundo, el 70% de sus agricultores y el 26% de las exportaciones agrícolas del mundo.
Actualmente, el grupo congrega a 24 naciones:
 Argentina;  Bolivia;  Brasil;  Chile;  China;  Colombia;  Cuba;  Ecuador;  Egipto;  Filipinas;  Guatemala;  India;  Indonesia;  México;  Nigeria;  Pakistán;  Paraguay;  Perú;  Sudáfrica;  Tanzania;  Tailandia;  Uruguay;  Venezuela;  Zimbabwe.

G33

El Grupo de los 33 fue un foro internacional de existencia efímera, creado en el inicio de 1999 -en sustitución del Grupo de los 22- y que, en la práctica, se extinguió ese mismo año, siendo entonces sustituido por el Grupo de los 20. Dicha agrupación sumaba las 33 principales economías del mundo. Aquí también estuvo Argentina.

Las reuniones del G33 se orientaron al análisis del sistema financiero internacional y sus posibles modificaciones y ajustes, y fueron convocadas a pedido de los Ministros de Finanzas y de los Presidentes de los Bancos Centrales de los países del G7. La primera reunión fue la realizada en Bonn, Alemania.

G77

El Grupo de los 77 es un grupo de países en vías de desarrollo con el objetivo de ayudarse, sustentarse y apoyarse mutuamente en las deliberaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). A marzo de 2015, el número de países del grupo ya ascendía a 134.

El G-77 fue creado el 15 de junio de 1964. Como su nombre lo indica, estuvo formado, en principio, por 77 países, aunque hoy asciende a 134. El G-77 realiza declaraciones conjuntas sobre temas específicos, y coordina un programa de cooperación en campos como el comercio, la industria, la alimentación, la agricultura, la energía, y también en materias primas, finanzas y asuntos monetarios.

Por supuesto, este Grupo también está integrado por Argentina. La presidencia del Grupo se ejerce pro-tempore (rotativamente) y Argentina presidió en 2011, pasándole el cargo a Argelia en 2012.

Además de estos Grupos G, hay una abrumadora cantidad de organizaciones mundiales o continentales o regionales, que generan cientos de reuniones anuales, adonde viajan delegaciones de los países miembros, según se trate. Más allá de algunos discursos, que tienen cierta repercusión, rara vez el común de la gente conoce las aplicaciones prácticas de sus decisiones o conclusiones. Más allá de convenios marco o expresiones declamativas de deseos.

Pero lo último que debemos hacer es subestimar su poder de influencia, especialmente el de los “grupos más fuertes”. No se puede estar afuera del Club porque, siguiendo el conocido lema “negocios son negocios”, sus recomendaciones u opiniones son poderosas y si se nos ocurre aplicar ese otro ilusorio lema de “vivir con lo nuestro”, corremos el riesgo de quedarnos afuera. Una cosa es la “soberanía política” y la “independencia económica” y otra es la tontería de querer vivir solos y aislados.

En resumen, esta parte de la nota tiene carácter ilustrativo y, al que le interesa, puede servirle para guardarla como fuente de consulta. Otro día, y en otra nota, hablaré del Mercosur, la Unasur, la Alianza del Pacífico, la ALADI, etc. etc.

Qué es y para qué sirve el G-20

De tantos grupos y formatos para armarlos, vamos a analizar, en particular, al G-20 por ser el más potente dentro de los que integra Argentina. En una nota reciente, la Revista Mercado publica un ensayo del ingeniero Alberto Ford, que define al G-20 de la siguiente manera:


Es como un jarrón chino. Se lo valora cada vez más, pero aún no se sabe bien donde ponerlo. No pocos creen que es apenas es una herramienta para el tratamiento de la economía y las finanzas. Pero el propio Grupo se autodefine "como el principal foro para la cooperación económica internacional". Sin embargo no se inspira en un solo propósito. Su agenda es más cercana a lo que podría ser un intento de gobernanza global”.

Es cierto que el G20 no tiene estructura ni sede (sus reuniones se realizan rotativamente en la capital o en una ciudad de alguno de los países miembros). Eso confunde si se lo mira con monóculos. Pero también es cierto que de él participan los máximos líderes mundiales y otros lo siguen atentamente, como el Papa Francisco. De cualquier modo se trata de dilucidar qué lugar ocupa entre las instituciones un grupo que solo hace recomendaciones referidas a normas, patrones y procedimientos, eso sí por encima de las naciones.

Además del hecho de reunirse cada doce meses, adopta compromisos públicos y se somete a un severo control anual. En el ensayo mencionado, el ingeniero Alberto Ford se pregunta qué puede esperar la Argentina de esta situación. Los recientes viajes de Macri están pletóricos de evidencias -dice- que indican que la Argentina se está reinsertando aceleradamente en la escena global, con lo que ello implica en cuanto a riesgos y oportunidades.

El Grupo de los 20 es visto como un organismo encargado a escala global de los temas económicos y financieros. Ellos mismos se autodefinen "como el principal foro para la cooperación económica internacional" según la declaración final (punto 6) aprobada en China. Así, en Hangzhou, el "Business-20" (B20), realizó su reunión justo el día antes de la cumbre que reunió a los líderes de las naciones integrantes del grupo.

Como vemos, aquí hay más grupos: el B-20, el L-20 (“Labour-20”), el T-20 (“Think-20”), el C-20 (“Civil Society-20”), el Y-20 (“Youth-20”). En general, agregan la palabra "summit".

Por lo tanto, el G20 no es sólo un foro monotemático, sino que forman parte de la gran movida que rodea a las cumbres del L20, del T20, del C20 y del Y20. Son espacios de consenso denominados "engagement groups" que se puede traducir como grupos de compromiso o implicación. Todos tienen similares características de funcionamiento y sus sugerencias son el combustible que mueve la rueda de las cumbres.

Durante al año, entre dos cumbres, también tienen lugar otro tipo de reuniones. De ellas sin duda las más importantes son las que convocan a ministros de economía y presidentes de bancos centrales. En otros casos las hay que abordan problemáticas relacionadas con el comercio, energía, agricultura, cambio climático, arquitectura financiera, inversiones e infraestructura, finanzas verdes, desarrollo, anticorrupción.

Convocan a funcionarios de las respectivas áreas en el más alto nivel de los países integrantes. También lo hacen especialistas pertenecientes a los organismos multilaterales del tipo de la OECD, del FMI (Fondo Monetario Internacional), del grupo BM (Banco Mundial), de la OMC (Organización Mundial de Comercio), de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), etc.

Otra vertiente de creación es la de los llamados sherpas, especie de eminencias grises que con sus conocimientos técnicos redactan los materiales y contenidos. En general son cuadros experimentados de las cancillerías.

Finalmente, en el corazón conceptual de la “cebolla” –dice Ford- hay dos “think tanks” (algo así como “comité de expertos”), el Atlantic Council (EEUU) y el Chatham House (UK). Estos también suelen "salir" de visita a los países del grupo como pasó hace unas semanas en Buenos Aires con la consultora estadounidense: comandó una reunión con representantes de la UIA y otras organizaciones empresariales preocupadas por el peligro que supuestamente representan los chinos para la industria nacional.

Una digresión (acción y efecto de romper el hilo del discurso y de introducir en él cosas que no tengan aparente relación directa con el asunto principal) que no es tal: en estos días visitamos con mi esposa una casa de antigüedades local (muebles viejos u otros artículos usados para la casa) y nos encontramos con mesas ratonas, estanterías, soportes para velas, de metal, madera o vidrio, con total apariencia de “viejos” y usados. Sorpresa en nuestro caso: eran todos artículos nuevos “made in China”. Inclusive algunos simulando óxido para impresionar como “viejos”. Sabemos que eso se hace adrede por artesanos y artistas, pero que ¡vengan de China!

Siguiendo con el tema, los organismos multilaterales mencionados, y por encargo, tienen objetivos dirigidos al interior de los países. A modo de ejemplo hay dos casos. El FMI es encargado por las cumbres de la aplicación del temido "Artículo IV" referido a la revisión de las cuentas públicas (supervisión a la que se negó sistemáticamente el gobierno anterior, a pesar de ser una obligación derivada de la doble pertenencia de la Argentina al Fondo y al G20). Por su parte, a pedido del Grupo y en pos de una mayor transparencia en materia fiscal, la OCDE dio a conocer un nuevo estándar global para el intercambio de información entre jurisdicciones, poniendo fin al secreto bancario.

Nacimiento y pretensiones del G20

La organización trasunta importancia y cierto atractivo que crece, pero no se sabe bien donde ubicarla, aunque ya tiene su historia. Una semana después de asumir De la Rúa, en diciembre de 1999, convocada por los ministros de finanzas de Alemania y Canadá, tuvo lugar en Berlín la conferencia inaugural del G20. Hasta 2008 se mantuvo en latencia.

El Grupo de los Veinte está formado por países desarrollados y emergentes: EE.UU, Canadá, UK, Francia, Alemania, Italia, Japón, Australia, Rusia, China, India, Méjico, Brasil, Argentina, Corea del Sur, Indonesia, Turquía, Arabia Saudita y África del Sur. En total  19 más la Unión Europea. Es claro que este tipo de convocatorias no son improvisadas; su constitución está ponderada y responde a consideraciones estratégicas y no coyunturales. Esto viene a cuento del porqué de la presencia de Argentina.

El carácter de los integrantes evidencia que la designación responde a por lo menos cinco atributos existentes o potenciales que los países pueden mostrar: desarrollados, grandes mercados, poseedores de energía, productores de alimentos, potencial liderazgo geopolítico regional. Todos ellos configurando un despliegue condicionado por un aceptable equilibrio entre los continentes. 

Alberto Ford nos cuenta que esto dio lugar a equívocos. España estaba urgida por entrar y movió cielo y tierra con ese fin; sin embargo, solo logró ser invitada permanente a las cumbres, pero no pertenecer al grupo. La omisión causó extrañeza en su momento, pero se puede considerar que otros países europeos, incluso con más peso que España, estaban en iguales condiciones de reclamar el ingreso a pesar de ya estar representados por la Unión Europea (UE). También en su momento se habló de excluir a nuestro país debido a los comportamientos díscolos del gobierno anterior; sin embargo, nada de eso sucedió ni podía suceder.

Es con la caída de Lehman Brothers en 2008 que el G20 se muestra con un perfil claramente político. De inmediato le pone el hombro a la crisis con decisión y un protagonismo apoyado en la actuación conjunta y permanente de los máximos líderes mundiales. En estos ocho años han tenido lugar once cumbres, la última de ellas hace poco en China.

Las declaraciones de Hangzhou se componen de 48 puntos. Una sucinta mención de los temas abordados nos muestra lo siguiente: económicos y financieros (punto 2), materias primas (2), productividad y empleo (2), refugiados (2), inclusión de mujeres y jóvenes (6), protección del medio ambiente (6), devaluaciones competitivas (7), privacidad de datos personales (14), inversión en TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) (14), inclusión digital (14), mipymes (14), financiación verde (21), corrupción (22), mercados energéticos (23), gas natural (24), agricultura (26), comercio y proteccionismo (28), cadenas globales de valor (30), industrialización de África (23, 33, 35, 38), facturación falsa (36), conectividad de la infraestructura (39), seguridad alimentaria (41), agricultura familiar (41), Brexit (42), cambio climático (43), terrorismo (45), antimicrobianos (46), abuso de antibióticos (46). Se verifica una matriz temática lo suficientemente diversificada, especificada y claramente de alcance global.

A esta altura, luego de once cumbres anuales, cada una de ellas bien diferenciada de la anterior y con un conjunto de compromisos asumidos y convenientemente monitoreadas en su cumplimiento o corregidos ante falta de eficacia, se puede decir lo siguiente: el G20 es una expresión, la primera pública, de un poder real de alcance mundial, tan expuesto y deslumbrante que obnubila la vista. Metafóricamente, se puede decir que es la fórmula uno del mundo, aunque obviamente con escuderías de vanguardia y otras de relleno.

El G20 es, como se dice ahora, un espacio organizado, pero no estructurado con capacidad de generar normas, patrones y procedimientos relacionados con la marcha de la globalización. Se reconoce que "se trata de un grupo líder e informal y deberá seguir siéndolo. El G20 es parte del marco general de la gobernanza internacional" (Cumbre de Cannes, punto 91).

En suma, en la era de las comunicaciones globales, el poder no se asocia a ninguna estructura. Esto es un hecho nuevo y revolucionario que conduce a todo un replanteo y un desafío para la renovación de la ciencia política.

En resumen, la globalización no es la consecuencia de un juego de fuerzas internacionales, como su nombre pareciera indicar. Es un espacio de nuevo tipo, ubicado en un nivel por encima de los estados-naciones, los cuales sin excepción deben reportar a ella informalmente, pero de modo insoslayable.

¿Le sirve a la Argentina?

En el ensayo que publicó Mercado, el ingeniero Alberto Ford nos dice que “en ningún lado como en China una imagen vale más que mil palabras. Viejo proverbio de aquel lejano país que no solo inventó la pólvora sino que también se adelantó a McLuhan en la valoración de los lenguajes no discursivos”.

(Aclaración: Herbert Marshall McLuhan (1911-1980) fue un canadiense filósofo, erudito y profesor de literatura inglesa, crítica literaria y teoría de la comunicación. Es reconocido como uno de los fundadores de los estudios sobre los medios y ha pasado a la posteridad como uno de los grandes visionarios de la presente y futura sociedad de la información).

Para valorar este lenguaje no discursivo, nos propone un enfoque del viaje de Macri a China y dice que es un muestrario de evidencias significativas y simbólicas:

“El presidente cuchicheando con el presidente Obama. Macri en la foto de la función de gala asomando justo por detrás de Xi Jinping. Los elogios de Obama y Xi al proceso argentino. Macri andando en bicicleta con su esposa. Amable diálogo con el creador de Alibaba para negociar la instalación en nuestro país de ese gigante de la venta por Internet (Alibaba es el gigante chino de comercio electrónico creado por Jack Ma). Reunido con Putin, los líderes de Australia, India, Corea del Sur. Las piernas larguísimas de Juliana mostrando todo el encanto de la mujer argentina. En fin, todo lo contrario de una Cristina que llegaba siempre tarde y un Kicilloff sin corbata saludando con la V de la victoria en la foto de familia de la cumbre de Australia. Argentina ha reingresado por la puerta grande al escenario mayor del teatro global”.

“¿Qué implicancias pueden tener estos signos y símbolos que se podría catalogar de frívolos desde alguna mirada distraída con respecto a los rituales de la "alta política?”

Se genera confianza, contigüidad; facilitan el manejo de un repertorio de códigos comunes favorables al entendimiento; se comparten medios para actuar con fluidez ante la aparición de conflictos, se activan eventuales negocios o se abordan en forma conjunta distintas situaciones.

Y para el financiamiento de grandes proyectos esto es fundamental. Promoviendo la asociación de lo público y lo  privado se hace posible canalizar la inconmensurable cantidad de recursos financieros, tecnológicos, logísticos y conectividades posibles que hoy están esperando para transformarse en emprendimientos compartidos. Por ejemplo, muchos de los proyectos del Plan Belgrano, sobre todo aquellos que son transfronterizos y favorecen el vínculo Atlántico/Pacífico, pueden perfectamente encontrar financiamiento en estos marcos. 

Otro ejemplo es la denominada Red de Expresos Regionales (RER), a construirse debajo del Obelisco porteño. Si  se lo analiza desde la óptica de la conectividad territorial, se ve de inmediato que rompe con el diseño radial que han tenido los medios de transportes heredados del modelo agro exportador. Por primera vez se puede "pasar" por Buenos Aires sin la obligación de "desembarcar".

Otro de los temas resaltados es el de la corrupción. En ese sentido, se destaca la creación en China de un Centro de Investigación en Cooperación Internacional referido a personas requeridas por corrupción, y la recuperación de activos que hayan sido robados en los estados miembros del G20. También estuvo presente el rol de la OCDE en la finalización del secreto bancario, un tema fuertemente vinculado también al financiamiento del terrorismo.

La realización en Bariloche de la 13ra. Cumbre del G20, en el 2018, será un gran desafío para demostrar si somos capaces de aprovechar esta oportunidad.


¿Qué pasa con China?

Para finalizar, y por el papel que juega este gigante asiático en el mundo y, en especial, por el debate que produce en Argentina su cada vez mayor influencia, sus inversiones, sus préstamos, sus compras, miremos un poco estos números.

El gran debate del momento es sobre el crecimiento en el mundo a nivel global y a nivel de cada país en particular, si seguirá siendo importante en el futuro, si no alcanzará los topes que tuvo en el pasado, si hay una nueva era, o si son crisis recurrentes donde  tras los recesos se producen avances.

Buena parte de esa discusión la genera China, donde se califica como episodio grave su mayor lentitud económica. Antes, crecía a promedio de 10% anual (por algo se acuñó la frase “crecer a tasas chinas”). Ahora lo hace a razón de 6,7% (es lo que se espera para este año 2016). Una catástrofe dicen los alarmistas, aunque la mayoría de los países estaría muy feliz si se les garantizara esa tasa de crecimiento.

Puerto de Dalian: 8 M contenedores por año
Lo cierto es que pese a crecer menos, China es todavía quien hace el mayor aporte al crecimiento del PBI global, estimado en 1,2% del total mundial.  Si el FMI está acertado y el mundo crece solo en 3,1%, China pasa a representar casi 40%  de ese total. Esto es lo que piensa Stephen S. Roach, antiguo jefe de Morgan Stanley Asia y profesor en la Yale University. 

Una buena comparación es el caso de Estados Unidos. Con la  economía en recuperación, solo significará, con su 2,2% para este año, el 0,3% al PBI global.

Parque eólico chino en el mar
Europa, en medio de todas sus dificultades y estancamiento, agregará 0.2% al total mundial, mientras que Japón lo hará en 0,1%.

Incluso India que parece tener hoy una tasa de crecimiento superior a la china (se calcula 7,4%  de crecimiento este año), hará una contribución modesta de 0,7% al total global.

Como se ve, China está muy lejos de merecer ser subestimada y seguirá teniendo un poder de influencia económica internacional de enormes dimensiones. Así que, para aquellos que pueden pensar que, por ese gran poder, son temibles o acaso “enemigos”, les resulta aplicable ese viejo proverbio que dice: “si no puedes con tu enemigo, únete a él”. 

Y los chinos hablan con todos.

Tal vez parte de la explicación de su éxito, o toda ella, es que desde hace muchos años (sin hacer juicios de valor sobre ideologías) planean sus estrategias en lo público y en lo privado con horizontes a 30 o 50 años hacia adelante.


Ojalá que nosotros aprendamos a hacer lo mismo. Porque hemos estado acostumbrados por demasiado tiempo a planear para la semana que viene.

Conclusión

Se tardarán años en vencer a la pobreza. Pero también se tardarán años en cambiar mentalidades y formas de comportamiento.

Nuestra mentalidad cortoplacista y de querer conquistar lo que queremos en la inmediatez, nos tiene apretados en un círculo vicioso que no podemos romper, y reincidimos en los mismos errores.

Tenemos que cambiar desde la cabeza hasta los pies. 

Alguna vez tenemos que empezar a hacer cosas para los que vendrán, aunque nosotros no las veamos.


Fuentes consultadas: ONU, FMI, OMC, Mercado, UE.








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