La encrucijada entre un
gradualismo inevitable y los peligros del gradualismo.
Maradona
no es para mí, como para muchos, un “modelo para armar”, excepto por sus
virtudes de crack futbolístico, pero hay que reconocer que estuvo ocurrente
cuando acuñó aquella frase que objetivaba con simpleza un hecho real: “se les
escapó la tortuga”.
"El 10" se inspiró
en un hecho político casi surrealista, ampliamente reportado por la prensa Argentina, que protagonizó el 22 de agosto de 1993
el recién llegado embajador de EE.UU. en Buenos Aires, James
Cheek, durante el
gobierno de Carlos Menem. Fue en un asado campestre organizado por Raúl Moneta
en su estancia, con motivo de la convención de banqueros de ADEBA, con la presencia
del propio Menem y de Michel Camdessus, el jefe del FMI.
Resulta que ese día, al hijo adoptivo
de Cheek, Surya, de 11 años, se le perdió su mascota Spike, una tortuga que la
familia había traído de Sudán, y el diplomático puso a todo el servicio
secreto a
buscar al animal. Sólo pudieron encontrar a Spike dos semanas después: se había
alejado unos 2 km de la propiedad.
Ironizando sobre el hecho, Maradona
usó por primera vez la expresión en 1993 para referirse al entonces presidente de Boca Juniors y hoy presidente argentino, Mauricio Macri,
en medio de una polémica sobre el manejo del club más popular del país.
La frase, en términos
generales, se suele usar para referirse a alguien lento, poco
despierto, a quien se le escapan oportunidades de las manos de
la forma más inverosímil; o puede significar que dejaste pasar una oportunidad
única; o la popular expresión de “quedarse dormido en los laureles”.
También puede resultar de aplicación la famosa fábula de
Esopo "La liebre y la tortuga", en la que la liebre se burla de la lentitud de
la tortuga y ésta la reta a competir. La liebre se pone a descansar confiada en
su velocidad, se queda dormida y así la tortuga logra ganarle.
Cuidado con las ironías porque, en este caso, la tortuga
resultó ser más inteligente que la liebre y, a pesar de su lentitud, consiguió
su cometido.
En México existe
un dicho similar que dice: "A
ese güey se le fueron las cabras al monte".
No hay otra que ser
gradualista
Dicho
esto, para justificar por qué elegí el título de esta nota, vayamos a las
razones de aplicarlo a la gran encrucijada que atraviesa nuestro país y su
gobierno para enfrentar su desbocado déficit fiscal, la perversidad de una
inflación (su “hija descarriada”) que no baja, las inversiones que no se
producen y el crecimiento que se demora.
Pavada
de encrucijada:
Con este
modelo gradualista los problemas no desaparecen, o tardarán más en hacerlo que
lo que la gente puede soportar, pero con un shock de ajuste más rápido, podemos
“ir a parar todos a los caños”.
No voy a
analizar, en la seguridad de no agregar nada nuevo interesante, este dilema
entre gradualismo sí o no, porque hay miles de líneas escritas y horas de radio
y televisión que vienen hablando del tema, y todo el mundo sabe que, si bien
cada vez se soporta menos la agonía de las soluciones que no llegan, tampoco
nadie quiere un ajuste salvaje que ponga las cosas en su lugar de un plumazo,
pero cuyas consecuencias serían catastróficas.
La inflación y las
paritarias
El
gobierno, que lleva adelante un modelo de “metas de inflación”, se ha propuesto
un 15% para este 2018 (después de
modificar un original 10%), aunque
ya muchos integrantes del mismo, aunque sea off
the record, y las consultoras privadas pronostican un crecimiento del IPC
(Índice de Precios al Consumidor) no menor al 20% o, inclusive, algo más.
Este
vaticinio, entre desesperaciones y otras cosas, viene provocando una enorme
tensión en la definición de muchas paritarias de parte de trabajadores que
avizoran que, una vez más, quedarán descolocados en sus salarios y su poder
adquisitivo si parten de aumentos del 15%, aunque se les prometa una “revisión”
cercana a fin de año.
Veamos
esto matemáticamente ya que, como siempre digo, la matemática no es una opinión
y sus resultados son incontrastables, nos guste o no nos guste.
Los dos
primeros meses del año (según datos del INDEC) arrojaron un aumento de los
precios del 4,25%. La mayor parte de
los analistas coinciden que marzo dará alrededor de otro 2,3% (*) y, por
factores de arrastre más aumentos de tarifas, abril dará un valor más o menos igual.
Si damos
esto por bueno, el primer cuatrimestre
acumulará una inflación del 9,1%.
(*) Precisamente, al momento
de escribir esta nota, el INDEC anunció que marzo dio el 2,3%.Y al mes de marzo
la inflación acumula un 6,65%.
Para que se
cumpla la meta del 15%, los precios deberían aumentar entre mayo y diciembre a
razón del 0,66% mensual.
Por
supuesto que, por un milagro virtualmente imposible, podría haber algún mes con
deflación (¿What?).
Un poco
más relajados, admitamos que vamos hacia un 20% anual en 2018. Para que
esto se cumpla, los precios deberían aumentar entre mayo y diciembre a razón
del 1,2% mensual.
A
continuación, dos cuadros que demuestran lo dicho para alcanzar la meta del 15%
o, al menos, la del 20% anual:
Para alcanzar el 15% anual en 2018
|
|||
MES
|
IPC
|
% Mensual
|
% Acumul.
|
dic-17
|
124,8
|
-
|
-
|
ene-18
|
127,0
|
1,76
|
1,76
|
feb-18
|
130,1
|
2,44
|
4,25
|
mar-18
|
133,1
|
2,31
|
6,65
|
abr-18
|
136,2
|
2,29
|
9,09
|
may18
|
137,1
|
0,66
|
9,82
|
jun-18
|
138,0
|
0,66
|
10,54
|
jul-18
|
138,9
|
0,66
|
11,27
|
ago-18
|
139,8
|
0,66
|
12,01
|
set-18
|
140,7
|
0,66
|
12,75
|
oct-18
|
141,6
|
0,66
|
13,49
|
nov-18
|
142,6
|
0,66
|
14,24
|
dic-18
|
143,5
|
0,66
|
15,00
|
Para alcanzar el 20% anual en 2018
|
|||
MES
|
IPC
|
% Mensual
|
% Acumul.
|
dic-17
|
124,8
|
-
|
-
|
ene-18
|
127,0
|
1,76
|
1,76
|
feb-18
|
130,1
|
2,44
|
4,25
|
mar-18
|
133,1
|
2,31
|
6,65
|
abr-18
|
136,2
|
2,29
|
9,09
|
may18
|
137,8
|
1,20
|
10,40
|
jun-18
|
139,4
|
1,20
|
11,72
|
jul-18
|
141,1
|
1,20
|
13,06
|
ago-18
|
142,8
|
1,20
|
14,42
|
set-18
|
144,5
|
1,20
|
15,79
|
oct-18
|
146,2
|
1,20
|
17,18
|
nov-18
|
148,0
|
1,20
|
18,58
|
dic-18
|
149,8
|
1,20
|
20,00
|
Si
quieren, controlen las cuentas. Y vayan viendo si, mes a mes, estos números se
cumplen.
En
definitiva, y dicho en términos más simples: para que se cumpla la meta del 15%, la inflación mensual desde mayo debería bajar a menos de un tercio de la
actual, y para llegar al aun terrible (pero menor al año pasado) 20%, debería
bajar a la mitad de la actual.
¿Usted
lo cree posible? ¿Cree que se logrará? Obviamente que nos gustaría que sí.
Con
relación a las paritarias, especialmente con las que faltan, el gobierno acaba
de resignar la pauta del 15% cuando, en la negociación de la UOM (fundamental
para todo el sector industrial), el Ministerio de Trabajo propuso un 18,5%.
Sin
duda, esto tendrá repercusión en todas las que todavía no se han cerrado. Pensemos
que, al momento de escribir estas líneas, todavía están en pleno conflicto la
Asociación Bancaria y los docentes.
El
gobierno empieza a reconocer que la “meta” del 15% ya no se alcanzará, lo que
es lo mismo que reconocer que “se les escapa la tortuga”. Ahora empieza una batalla por lograr que no pase del 20%.
Un abril en
curso, para el que ya se estima otro índice entre 2 y 3%, demuestra que “la
tortuga sigue suelta”. ¿Cómo intentarán encontrarla? ¿Pondrán todo el servicio
secreto a buscarla? Lo estaremos viendo.
En el
entretanto, que seguirá más o menos gradualista, hay cosas que se pueden hacer.
Pero eso
lo veremos en la segunda parte: ¿Qué se puede hacer con los formadores de
precios? ¿Con el tamaño del sector público, los “ñoquis” y otras yerbas? ¿Con
los símbolos que se deben dar desde las altas esferas? ¿Con el empleo y los
subsidios? Y con otras cosas más.
Los
espero en la próxima…..
No hay comentarios:
Publicar un comentario