Este es el primer cumpleaños que me toca celebrar
como presidente del Consorcio de Gestión y el evento produce en mí sensaciones
y emociones muy particulares y personales.
Todas tienen que ver con mi entusiasmo y con evaluar permanentemente el
cumplimiento de la responsabilidad que me han confiado el Gobernador y el
Ministro de Producción para representar a la provincia de Buenos Aires en su
Directorio. Pero es el décimo noveno para una institución que se ha hecho grande por la labor consistente
y la capacidad de muchos hombres y mujeres que han trabajado y trabajan desde
su creación hasta el presente.
Es una actitud natural, cuando cumplen años las
personas o las instituciones, detenerse a efectuar reflexiones sobre el pasado,
el presente y el futuro del protagonista de la celebración; y nuestro consorcio
autónomo de administración portuaria no sólo no es la excepción a esa actitud
sino que otorga sobrados motivos para recordar y reconocer su trayectoria, para
enorgullecerse por su realidad actual y para visionar y planear el destino que
pretendemos alcance en los tiempos por venir.
Por muchas razones no es una celebración
cualquiera; es una invitación colectiva para revalidar el reconocimiento a una institución estratégica y
exitosa de nuestra ciudad, la región, la provincia y el país, que está a las
puertas de alcanzar sus dos décadas de vida y con una trayectoria que ha colocado a nuestro puerto en notables primeros
lugares en América Latina.
Y nada ha sido obra de la casualidad. Detrás de los logros, las
búsquedas y las miradas puestas en las visiones hacia el futuro, están las
acciones de los hombres que, a lo largo de todo el proceso, pusieron su
energía, sus conocimientos y su entrega en ese camino. Por eso, para celebrar su trayectoria hasta
el presente, debemos efectuar los merecidos reconocimientos hacia muchos
protagonistas de esta historia.
La trayectoria
Desde la promulgación nacional de la Ley de Actividades Portuarias
Nº 24.093 en 1992, con el impulso dado por un bahiense como el Dr. Dámaso
Larraburu para su elaboración y sanción en su carácter de diputado nacional, se
puso la piedra fundamental para que las provincias, entre ellas nuestra Buenos
Aires, comenzaran el proceso de descentralización portuaria. Un año después, el
gobierno provincial y sus legisladores dotaron legalmente a este tipo de
cogestión público-privada, en la inteligencia que ese formato de cogobierno
permitiría un salto enorme de calidad en los desarrollos portuarios. Así se sanciona la Ley provincial Nº 11.414
creando el Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca como entidad de
derecho público no estatal para la administración y explotación de la zona
portuaria de Bahía Blanca.
De esta manera, nuestro puerto fue el primero, de los mencionados en
el artículo 12º de la Ley Nacional, en constituir su ente administrador y, por
esa misma razón, se convirtió a partir
del 1º de setiembre de 1993 en el primer puerto autónomo de la República
Argentina, liderando el proceso de transformación de todo el sistema
portuario.
La presencia, en un Directorio de nueve miembros, de un
representante provincial que ejerce la presidencia, un representante del
municipio, dos de los sectores gremiales del trabajo y cinco de los sectores privados
vinculados a la actividad portuaria, generan un equilibrio donde pueden
conjugarse y debatirse todos los intereses en juego y, en un proceso de
consensos, mantener un rumbo que privilegie el interés común.
En todos estos años, la
institución y la comunidad portuaria que la contiene han crecido vigorosamente
sin solución de continuidad y esto ha sido la obra del factor humano. Todos sus presidentes, sus directores, sus
gerentes, su personal y todos los trabajadores portuarios han sido los
artífices indiscutibles de ese crecimiento que, con la estabilidad generada por
sus reglas de juego duraderas, permitieron siempre trazar y ejecutar acciones
estratégicas y un modelo de sana administración que consolidó su
autofinanciamiento y el respaldo a las grandes inversiones realizadas en su
territorio. El Consorcio nunca dejó
de capacitar a su gente y de profesionalizar a sus cuadros, lo que le otorga
una enorme fortaleza técnica en su desempeño.
Nuestra tarea, como conductores políticos que deben ejecutar los lineamientos
delegados por el gobierno provincial, complementa el mandato de liderar el
rumbo y la visión de una actividad de enorme trascendencia para la provincia y
el país.
A todos esos hombres y mujeres
que trajeron al Consorcio a lo que es hoy, y que conforman una larga lista de nombres propios, les entregamos
nuestro afecto y nuestro mejor reconocimiento por las responsabilidades
asumidas y por el deber cumplido.
La actualidad
Y así llegamos a este
presente. Con su canal de navegación y
sus muelles con 45 pies de profundidad se ha convertido en, más que el primero,
el único puerto de aguas profundas de la
Argentina; y hoy lo encontramos enfrentando el desafío de aumentar su
calado, lo que lo mantendrá y acrecentará como puerto de carga de las naves de
mayor porte existentes en el mundo, ya no sólo para arribos de completamiento
sino directamente para embarques totales.
También califica en el primer lugar del país, exportando el 40% de
la producción petroquímica nacional y el 20% de los productos del agro. Y en estos tiempos, atrayendo cada vez mayor
proporción de la producción de soja, un producto extrazona que resultaba
impensable hasta hace unos pocos años atrás. Como complemento ineludible, y
para estar a la altura de los grandes puertos del mundo, encaró, desde hace
algún tiempo, el tráfico de transporte por contenedores con la construcción del
muelle multipropósito.
Y a su éxito operacional y al
mejoramiento permanente de su competitividad se agrega un elemento sustancial, en
cuanto a los respaldos desde la gestión de gobierno, que nos impulsa y nos
estimula: dos bahienses están al frente de los organismos provinciales que nos
orientan. El Ministro de Producción, Ciencia y Tecnología, Dr. Cristian
Breitenstein y, bajo su órbita, el Subsecretario de Actividades Portuarias, Dr.
Jorge Otharán, son los que llevan adelante las políticas trazadas por el
gobernador Scioli, con un fortísimo acento en la producción, el aumento de las
cadenas de valor, el crecimiento de las exportaciones industriales, el
desarrollo de los puertos y el fomento a la radicación de nuevas inversiones en
sus territorios. Son hombres que tienen clara y definitivamente arraigada la
trayectoria de nuestro puerto y su cercanía nos facilita una interlocución
permanente.
Desde lo operativo, el primer
semestre de 2012 muestra un crecimiento en los volúmenes de carga del 16% sobre
el mismo semestre del año anterior, con un 28% más particularizando granos y
subproductos y 36% más en cargas generales. Alcanzamos un aumento del 9% en la
cantidad de buques y un incremento del 20% en aquellos que han llegado para
cargas totales en Bahía Blanca. En el mismo período, Ingeniero White ha
contribuido en más de 2.700 millones de dólares al comercio exterior de la
nación. Y el mes de Julio de 2012 ha
roto marcas alcanzando las casi 3 millones de toneladas, superando en un 32% al
mismo mes del año anterior.
En materia de inversiones en
infraestructura y terminales, nos encontramos transitando un tiempo de nuevas
realizaciones. Con el complejo industrial ya consolidado en nuestra ciudad, que
mantiene un ritmo permanente de actualización, y proyectos de aumento de sus
producciones, y a las doce terminales instaladas en nuestro puerto; se está
construyendo, a un ritmo incesante, la nueva terminal del proyecto de Potasio
Río Colorado. Es una de las mega inversiones más grande realizada en Ingeniero
White y que, a partir de su puesta en marcha, agregará en una primera etapa 2,5
millones de toneladas anuales de operación exportando el cloruro de potasio
como fertilizante.
En proceso de gestación
contractual con el puerto se encuentra el proyecto de la Termoeléctrica
Guillermo Brown que instalará cerca de nuestra ciudad una central de ciclo
combinado, construyendo en la zona de Galván una nueva posta de inflamables de
última generación que mejorará considerablemente la calidad y velocidad de
operación al sector de combustibles líquidos.
Acaba de ponerse en operaciones
la nueva terminal de Dreyfus en la zona de Cangrejales para operar con
graneles, pero que en su plan de crecimiento desarrollará en forma combinada
con la empresa Moreno plantas para la producción de aceites, harinas y
biocombustibles. También las compañías Toepfer, Terminal Bahía Blanca y Noble
tienen sus propios proyectos de ampliación e instalación, lo que demandará el
uso de nuevos territorios.
Con estos atributos la consolidación de
nuestra zona como polo energético y las ampliaciones de producción, seguramente
nuestro puerto de aguas profundas estará en condiciones de superar los 30
millones de toneladas anuales de carga.
Hay un viejo refrán que dice
“nadie es profeta en su tierra”. Pues el Consorcio ha sido una excepción a la
sentencia de este dicho ya que ha cosechado, por la eficacia y prolijidad de su
gestión, un bien ganado prestigio en la ciudad y la región y cada día se
reconoce más la importancia de su impacto económico y social para la comunidad.
Pero también quiero destacar
aquí lo que para mí fue una agradable sorpresa en mi corto tiempo en ejercicio
de la presidencia, y un indisimulable sentimiento de orgullo, cual es la
valoración que se tiene de nuestro puerto en los ámbitos nacionales e
internacionales en los que me ha tocado participar. Al ser presentado en esos
foros indicando mi pertenencia, en diversas ocasiones recibí una frase que todo
lo sintetiza: “del puerto de Bahía Blanca; ah!, pero eso es palabra mayor”. Nuestro puerto es apreciado como uno de los
más importantes de América Latina por sus volúmenes de carga, su eficacia
operativa, la competitividad de sus costos, la cantidad
de terminales funcionando en su territorio, la profesionalidad de su gente y,
por supuesto, por su profundidad.
Tengámoslo claro y, como ejemplo, miremos lo que ocurre con la obra
monumental de ampliación del Canal de Panamá para reconvertirse al paso de los
cada vez mayores buques que se construyen en el mundo. El mantenimiento de los calados y la necesidad de cada vez mayor
profundidad a través de los dragados son el permanente desafío de todos los
grandes puertos del mundo y hacia donde se destinan los volúmenes más grandes
de inversiones. Es necesario mirar la película desde la perspectiva global
y no desde la óptica de las pequeñas economías domésticas.
Cuando los números se ponen en perspectiva siempre se entienden
mejor. Basta con un simple ejemplo: cuando un buque llega a nuestro puerto y se
va al día siguiente completando su carga con unas 30.000 toneladas de porotos
de soja, produce una venta para el país superior a los 18 millones de dólares.
Esta operación individual es superior a lo que muchísimas empresas facturan en
todo un año. He aquí una reducción al mínimo de por qué los puertos son tan
importantes para un país.
El porvenir
El gobierno nacional ha reconocido desde hace tiempo la importancia
estratégica del puerto de Bahía Blanca, y lo ha ratificado últimamente como un
punto vital para la generación de inversiones relacionadas con la matriz
energética de nuestro país. Y está tomando grandes y auspiciosas decisiones en
ese sentido.
Por eso, a partir de esas ventajas estratégicas y la sinergia de su
crecimiento constante, este cumpleaños nos encuentra y nos obliga a proyectar
el futuro. El Consorcio se ha propuesto un salto hacia
adelante en la competitividad y expansión operativa de nuestro puerto. Lo primero será llevar el calado
de los actuales 45 pies a los 50 con marea alta, o 45 pies al cero como se
suele decir en la jerga portuaria; sumado a varios ensanchamientos en las zonas
de atraque de buques y ampliaciones de los radios de giro de los mismos, con el
complemento de ensanchar el ingreso al puerto de Coronel Rosales, dragándolo a
20 pies, y a la Base Naval de Puerto Belgrano.
También continúa invirtiendo en
servicios y tecnología porque siempre tuvo claro que este desarrollo tiene que
darse en un marco de control, de seguridad, de cuidado del ambiente y de
sustentabilidad con los intereses del planeamiento urbano de la ciudad y la
armonía con sus vecinos. La planificación urbanística de Bahía, que lleva
adelante el gobierno municipal, se propone establecer claramente los espacios
para la residencia de los vecinos y los necesarios para la logística y los
emplazamientos productivos; pero siempre
valorizando nuestro carácter de ciudad marítima que debe recuperar y disfrutar
de su mirada hacia el mar.
En este sentido, celebramos la
terminación de la primera etapa para la creación del Frente Costero, financiado
con aportes provinciales, y comprometemos nuestro acompañamiento y promoción
para la continuidad de las obras. Este desafío, que nos pone en el camino de convertirnos en una verdadera Ciudad Puerto,
que valorizará nuestro sentido de pertenencia a una ciudad marítima, ocupa un
lugar sobresaliente en nuestra visión y decisión.
Otro de los aspectos
emblemáticos, lanzados planificadamente a partir de este año, es lograr en el
menor tiempo posible la definitiva reconversión de la pesca artesanal en nuestro
puerto. Una actividad que -siempre hemos dicho- es preexistente al desarrollo
de los puertos en todo el mundo, necesita un plan sistemático para posibilitar
que quienes quieran continuar haciendo de ella su modo habitual de vida tengan
su espacio y nuevas formas de practicarla de manera moderna y sustentable. No
es un proceso simple e inmediato, pero estamos en el buen camino.
El Consorcio de Gestión ha mantenido, a lo largo de su existencia, un
programa permanente de Responsabilidad Social y contribuye de diversas maneras con
colaboraciones a la comunidad que lo contiene, tanto en temas sociales como
educativos y de salud. También es un miembro aportante del Plan Director de
Ingeniero White para la realización de obras de infraestructura en la
localidad.
Con el fin de dar un salto
cualitativo en esta actitud responsable, y que facilite la participación
ampliada de otros actores de la comunidad, estamos
preparando un proyecto de creación de una fundación portuaria, como existen
en otros puertos del mundo, porque la visualizamos como una herramienta
adecuada que piense y ejecute estas acciones que siempre deben ser parte de
nuestra razón de ser.
Finalmente, también debemos
comprometer nuestra gestión permanente en la agenda pública. Solicitar,
acompañar y ayudar a las autoridades nacionales, provinciales y municipales para que se concreten las acciones e
inversiones en infraestructuras extra portuarias, tanto las logísticas como las
relacionadas con recursos básicos como el agua y la energía, que complementen
nuestros propios desarrollos.
Hemos sintetizado nuestros planes
hacia adentro de nuestro territorio portuario, pero no conseguirían ser un
éxito completo si no son complementados con las condiciones para llegar a
él. De qué serviría aumentar nuestra
capacidad operativa, la profundidad de nuestro canal para que lleguen buques
más grandes, y sumar más terminales si no se tienen las condiciones para que la
carga llegue al puerto. Resulta imperativo, y esto como bahienses, pero mucho
más como argentinos, invertir en nuevas redes viales y ferroviarias, accesos y
nodos de transferencia de cargas y abastecimiento de agua y energía
suficientes.
Siempre hemos compartido el
pensamiento de las actuales autoridades provinciales que concibe a nuestro estuario como una gran unidad, llamada a ser un
enorme y especializado complejo portuario donde cada sector ocupe el mejor rol.
Las cargas graneleras, las postas de
combustibles, el transporte por contenedores, la industria agroalimentaria, la
actividad pesquera y los astilleros navales pueden tener cada uno su lugar y su
propia capacidad de desarrollo.
Bahía Blanca es una Ciudad Puerto
Industrial Internacional y, en las vísperas de alcanzar las dos décadas de vida
de nuestro Consorcio de Gestión, con la fortaleza y el trabajo dedicado de sus
dirigentes y de toda su gente, sumado al de las autoridades que nos acompañan y
de una comunidad que nos aprecia, estamos frente a la enorme oportunidad de consolidar,
desde esta ciudad y para el mundo, esto que ya todos reconocen como un gigante portuario.
Cr. Hugo Antonio Borelli
Presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de
Bahía Blanca